José Muñoz: “No buscamos premios; lo hacemos por la comunidad”

Con cada rostro que llega a La Casa Norte, Muñoz recuerda su pasado y reafirma su misión de cambiar el destino de quienes se enfrentan a la adversidad.
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Por Migdalis Pérez

José Muñoz sabe bien lo que significa no tener un lugar al cual llamar hogar. Su historia comienza en las calles de Chicago, donde, siendo niño, vivió junto a su familia en un carro, enfrentando la incertidumbre y las dificultades que sólo quienes han estado sin un techo pueden comprender.

Una vez adulto, esas experiencias no sólo moldearon su carácter, sino que también sembraron en él la chispa para su misión de vida: ayudar a aquellos que no tienen una vivienda. Hoy, como CEO de La Casa Norte (LCN), organización sin fines de lucro creada en 2002 para servir a jóvenes sin hogar, trabaja incansablemente para ofrecer refugio a quienes están en situación de calle.

NN: ¿Cómo define su misión al frente de esta institución?

JM:  Mi motivación siempre ha sido mi familia y la manera en que crecí como hijo de inmigrantes. Cuando mi mamá era joven, hubo un tiempo en el que no teníamos vivienda; vivíamos en nuestro carro. Y no era por falta de trabajo, porque mi mamá era una de las mujeres más trabajadoras del mundo.

Como a los 20 años, yo estaba en un lugar donde mi vida iba a acabar de dos maneras: o en la cárcel o muerto, por el estilo de vida que estaba viviendo. A esa edad, tuve a mi hija, y en el momento que nació, le prometí que iba a cambiar el mundo para ella. Ese día decidí apoyar a mi comunidad.

Tardé casi 10 años para acabar la universidad, trabajé y empecé a reconocer que los problemas que yo estaba viendo no eran únicos, sino algo común en nuestras comunidades. Decidí entonces dedicar mi vida a cambiar esa situación. Ahora, me enfoco en ayudar a otras personas, especialmente a los jóvenes, porque cuando los veo a ellos, cuando veo lo que han pasado y el potencial que tienen para seguir adelante, sé que lo pueden lograr si los apoyamos.

NN: LCN pronto tendrá otro refugio. ¿Qué nos puede adelantar al respecto?

JM: Acabamos de adquirir un edificio en Humboldt Park. Era el antiguo North Hotel, con 39 habitaciones, y vamos a convertirlo en un refugio para jóvenes de 18 a 24 años en situación de calle. Este edificio ha estado en la comunidad por años, y en el primer piso, planeamos abrir un centro comunitario. Allí ofreceremos servicios educativos, de salud, apoyo en vivienda y, en general, todo lo que un joven de la comunidad pueda necesitar para avanzar.

NN: ¿Cuándo piensan tenerlo listo y cuántos jóvenes podrán beneficiarse?

JM: Nuestro plan es empezar a usarlo en marzo de 2025, al menos, para albergar a los jóvenes. La construcción del centro comunitario tomará más tiempo; esperamos tenerlo terminado para fines del próximo año. Cuando finalicemos la renovación, habrá 43 camas en habitaciones individuales con tres adaptadas para personas con discapacidades.

NN: Aparte de ese edificio, ¿qué otros espacios tienen disponibles?

JM: La Casa Norte promueve servicios en toda la ciudad de Chicago. El último año, apoyamos a más de 22 mil personas. Tenemos tres refugios: uno en el barrio de las empacadoras, y dos en Logan Square, todos, para jóvenes sin hogar de entre 18 y 24 años. Uno está dedicado exclusivamente a madres solteras o embarazadas. Además, tenemos un programa de transición, con 16 cuartos individuales, para varones de 18 a 21 años; 25 apartamentos en Humboldt Park para jóvenes sin hogar y un programa de “drop-in” que les brinda apoyo diario. También tenemos un centro de salud que opera con Howard Brown Health Centers y una despensa de comida que opera con el apoyo de Nourishing Hope, otra organización sin fines de lucro.

NN: ¿Tienen algún programa para los inmigrantes?

JM: Sí, también somos un centro de bienvenida del estado de Illinois para inmigrantes recién llegados. Les conectamos con servicios básicos, como vivienda, salud, empleo, comida y educación para sus hijos. El año pasado, ayudamos a más de 1200 personas a moverse del refugio de la ciudad a su propio apartamento.

NN: ¿Qué nos puede decir del servicio a la comunidad hispana?

JM: Más de la mitad de las personas a las que ayudamos son hispanas. La comunidad nos apoya y nosotros retribuimos de la misma manera.

NN: ¿Mantienen el contacto con los jóvenes después que se marchan?

JM: Sí, muchos siguen conectados con nuestra misión. Hemos tenido jóvenes que van a la universidad, forman familias y hasta vuelven como voluntarios o empleados.

NN: ¿Qué metas tienen para los próximos cinco años?

JM: Queremos expandir los programas educativos y de empleo. Ya hemos formado un equipo dedicado a entrenar a jóvenes para el trabajo, asegurando que tengan el apoyo para prosperar en su comunidad.

NN: ¿Algún reconocimiento importante?

JM: En 2014, recibimos el Nonprofit Managerial Excellence Award, y nuestro edificio en Humboldt Park ha sido finalista en Chicago por su diseño. Pero no buscamos premios; hacemos esto por la comunidad, que siempre será nuestra prioridad.