Redacción Negocios Now
En un discurso en la Brookings Institution, el presidente Joe Biden defendió los logros económicos alcanzados durante su mandato, enfatizando indicadores positivos como la baja tasa de desempleo y un sólido crecimiento económico.
Desde su llegada a la Casa Blanca, la Administración de Biden ha destacado por su capacidad de generar puestos de trabajo y mantener el dinamismo económico. “Hemos creado 16 millones de empleos y mantenido la tasa media de desempleo más baja en 50 años. ¿Será capaz el próximo presidente de mejorar estos indicadores?”, dijo Biden en su discurso.
Además, subrayó un crecimiento económico anual del 3 %, un promedio superior al de muchas economías desarrolladas, lo que refuerza la resiliencia de Estados Unidos en un contexto global incierto. Este desempeño económico contrasta con las críticas de los votantes, quienes han priorizado las dificultades inflacionarias en su evaluación de la gestión del presidente.
A pesar de los indicadores positivos, la inflación ha sido un tema recurrente de crítica. Biden reconoció los desafíos derivados del aumento de precios, señalando factores externos como la pandemia, la guerra en Ucrania y problemas en la cadena de suministro. Durante su mandato, la inflación acumulada superó el 20 %, alcanzando un máximo del 9,1% en junio de 2022, aunque logró reducirse al 2 % hacia el final de su administración.
El presidente hizo hincapié en los avances logrados en estabilizar la inflación y proteger la economía de una recesión severa, pero los efectos acumulativos del alza de precios han afectado el poder adquisitivo de los estadounidenses, generando descontento.
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, ha respaldado la visión optimista de Biden sobre la economía. Aunque reconoció que la inflación aún no alcanza el objetivo del 2 % de manera sostenida, Powell destacó la fortaleza económica del país y su capacidad para recuperarse gradualmente. Sin embargo, advirtió que restablecer completamente el poder adquisitivo llevará varios años.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, proyecta un crecimiento del 2,8 % para la economía de Estados Unidos en 2024, cifra que supera las expectativas para la eurozona. A pesar de estas perspectivas favorables, el FMI alertó sobre los posibles riesgos derivados de políticas proteccionistas que podrían implementarse bajo la Administración Trump. Medidas como una guerra arancelaria o restricciones migratorias podrían frenar el crecimiento y exacerbar la inflación, además de complicar los esfuerzos de la Reserva Federal para reducir los tipos de interés.
Biden también criticó con dureza las propuestas económicas de Trump, calificándolas como un «desastre económico». Entre sus preocupaciones están los recortes fiscales y las políticas comerciales proteccionistas, que podrían incrementar el déficit y la deuda pública, generando inestabilidad económica a largo plazo.
A medida que Biden se prepara para dejar el cargo, su enfoque se centra en asegurar que su legado económico no quede eclipsado por las críticas inflacionarias, ni por las promesas de la oposición. Su discurso en la Brookings Institution fue una combinación de reivindicación de sus logros y advertencias sobre los desafíos que podrían surgir bajo nuevas políticas.
Mientras la narrativa política se polariza, Biden deja como desafío al próximo presidente mantener el dinamismo económico logrado y abordar las tensiones inflacionarias sin comprometer la estabilidad de las familias estadounidenses.