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Importancia de los inmigrantes en la región de Chicago

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Desde el 2010 una mayor proporción de residentes de la región de Chicago nacidos en el extranjero, aproximadamente el 41.8 por ciento, trabaja en las áreas de administración, negocios, ciencias, artes y ventas, que a menudo requieren niveles más altos de educación o capacitación en habilidades.

Antes del inicio de la década, la población inmigrante tenía más probabilidades que los locales de ser empleados en ocupaciones de servicio, producción, transporte y construcción, destaca un análisis de Chicago Metropolitan Agency for Planning (CMAP).

Precisa que el cambio en las dinámicas de empleo se ha registrado en los años más recientes, debido a que los nuevos inmigrantes tienen más educación que los de períodos anteriores o llegan a la región buscando aumentar sus habilidades. El 54 % de los que ingresaron a partir de 2010 han obtenido al menos una licenciatura, 22 % más que el 32 % de los que llegaron en la década anterior.

En la medida que más residentes del área de Chicago continúan mudándose a otras partes de la nación, particularmente al sur del país donde hay un mejor clima y más oportunidades de empleo, la región será cada vez más dependiente de los inmigrantes internacionales para el trabajo, lo que está ampliando sus oportunidades, indica CMAP.

El estudio reconoce que los residentes nacidos en el extranjero son importantes contribuyentes a la economía en el área metropolitana de Chicago, sin embargo, en la actualidad esta región mantiene la tasa de inmigrantes internacionales más baja en comparación con Nueva York y Los Ángeles. Ese estancamiento podría ocasionar dificultades para satisfacer las futuras demandas laborales.

Aproximadamente 1.1 millones de residentes nacidos en el extranjero participan en la economía regional, lo que representa el 22 por ciento de la fuerza laboral total de la región, y también el 22 por ciento de los individuos en edad de trabajar, de 16 años y más, es decir, los más jóvenes.

Durante la recesión de 2007-2009, la inmigración internacional a la región de Chicago disminuyó, después de registrar en esa década el ingreso de casi 400,000 personas, y no ha regresado a sus niveles previos. A partir de 2010 han ingresaron 200,000 nuevos residentes nacidos en el extranjero. En 2018 llegaron a la región 25,000, cantidad menor a los 38,000 que recibió esta zona metropolitana en 2005.

Esta tendencia de la inmigración internacional, sin una real recuperación a las tasas anteriores a la recesión, y de la emigración doméstica, contribuyen a una pérdida neta de habitantes en la región. Por cuarto año consecutivo el área de Chicago continúa experimentando una disminución de la población, sumando en ese periodo la pérdida de más de 65,000 residentes.

La migración nacional e internacional son componentes más fuertes del cambio poblacional que el aumento natural en Chicago, y representan más de dos tercios de ese cambio anual durante los últimos años, precisa el análisis.

El análisis concluye que se requieren estrategias de crecimiento económico inclusivo que ayuden a eliminar barreras e involucrar a todos los residentes en la economía regional, aprovechando las fortalezas del capital humano de la región, incluida su fuerza laboral diversa.

Esto incluye mejorar las oportunidades para una mejor calidad de vida sin distinción, lo que ayudará a la región a atraer y retener a residentes nacionales e internacionales de todos los orígenes.