Redacción Negocios Now
El cierre parcial del Gobierno federal estadounidense, que se inició el primero de octubre por falta de acuerdo en las cuentas públicas, ya está dejando daños económicos cuantificables.
Según estimaciones del Departamento del Tesoro, la economía de EE. UU. podría estar perdiendo hasta 15.000 millones de dólares por semana debido al estancamiento de la actividad gubernamental.
La paralización implica que cientos de miles de empleados federales han sido enviados a sus casas sin remuneración o trabajan sin pago, lo que reduce el poder adquisitivo de muchos hogares y desacelera el gasto del consumidor.
Un memorando del Consejo Asesor Económico de la Casa Blanca advertía que un cierre de un mes podría implicar una caída de 30.000 millones de dólares en el consumo y el despido de unos 43.000 trabajadores adicionales.
Además de los efectos directos en el salario de los funcionarios, el cierre afecta al conjunto de la economía. Proyectos de infraestructuras, permisos, servicios al consumidor y préstamos federales están congelados o ralentizados.
Según la firma EY Parthenon y otros analistas, cada semana de paralización podría reducir el crecimiento del PIB en 0,1 puntos porcentuales.
El impacto se observa también en sectores específicos: la industria de viajes estima pérdidas de 1.000 millones de dólares semanales por interrupciones en servicios del gobierno, cancelaciones de vuelos y cierre parcial de parques nacionales.
Por su parte, el mercado inmobiliario podría enfrentar demoras en miles de transacciones en áreas inundables, con pérdidas de hasta 47.000 millones de dólares si el cierre persiste un mes.
A medida que el bloqueo entra en su cuarta semana, la situación genera preocupación entre inversionistas y tomadores de decisión. Según el director de la Reserva Federal de Chicago, Austan Goolsbee, los efectos dependerán de la duración y amplitud del cierre.
El dilema es claro para los mercados: la falta de datos económicos clave y la incertidumbre política agravan la situación. La no publicación de algunos informes federales retrasa decisiones de inversión, empleo y política monetaria, elevando el riesgo de que EE. UU. pierda competitividad.
Riesgos y consecuencias
Entre los efectos inmediatos se encuentran el aumento del desempleo temporal, que podría incrementarse si los despidos gubernamentales se concretan, así como el debilitamiento del crédito público y el aumento del costo del endeudamiento en caso de una escalada del cierre.
A mediano plazo, podría reforzarse el escenario de recesión si tanto el gasto privado como las inversiones se retraen en un entorno prolongado de bloqueo presupuestario.
Contexto histórico
Los cierres del Gobierno no son nuevos en Estados Unidos, pero su reiteración y duración generan efectos acumulativos. El cierre de 2018-2019, que duró 35 días, se tradujo en pérdidas permanentes estimadas en más de 3.000 millones de dólares.
Según los expertos, cada mes de paralización es una apuesta contra la estabilidad económica, y la tendencia al alza de estas crisis presupuestarias preocupa por el precedente que pueden establecer.