Redacción Negocios Now
El año pasado, aproximadamente tres de cada diez hogares estadounidenses se consideraron “sobrecargados por los costos”, lo que significa que más del 30 % de sus ingresos se destinaron a los gastos de la vivienda, indica un estudio de Pew Research Center.
El análisis precisa que aún cuando la inflación en Estados Unidos ha bajado significativamente desde sus máximos recientes, al caer de una tasa anual del 9.1 % en junio de 2022 al 2.5 % en agosto de 2024, los precios reales siguen siendo elevados y es probable que se mantengan así.
En promedio, los precios al consumidor en agosto de 2024 fueron un 22 % superiores a los de enero de 2020, antes de que la pandemia de COVID-19 afectara la economía y gran parte del resto de la vida estadounidense, detalla el reporte.
“Hoy, el 74 % de los estadounidenses dice que está muy preocupado por el precio de los alimentos y los bienes de consumo, mientras que el 69 % expresa lo mismo sobre los costos de la vivienda”, cita Pew una reciente encuesta propia.
El informe advierte que “las experiencias de inflación de los estadunidenses no las viven según los promedios nacionales, sino en lugares particulares, en la compra de cosas particulares, y dependen en gran medida de esos detalles”.
“El costo de los apartamentos en Atlanta, los plátanos en Boston y la ropa deportiva en Seattle son factores que influyen en la tasa de inflación promedio nacional, pero pueden variar considerablemente, y así lo hacen”, señala el reporte firmado por el analista Drew Desilver.
Aclara que inflación y precios no son lo mismo, aunque ambos conceptos se confunden con lo que la gente paga por bienes y servicios. “La tasa de inflación se refiere a cuánto han aumentado los precios durante el último mes, el último año o algún otro período. Es más baja cuando aumentan más lentamente, no porque caen en términos absolutos”.
Desde principios de 2020, por ejemplo, los precios al consumidor han aumentado casi un 30% en el área metropolitana de Tampa-St. Petersburg-Clearwater, un 24% en San Diego-Carlsbad y “solo” un 16.6% en el área metropolitana de San Francisco-Oakland-Hayward.
Otro ejemplo de la investigación menciona que las bebidas alcohólicas son -al verano del 2024- un 35% más caras en el área metropolitana de Seattle-Tacoma-Bellevue que en febrero de 2020, pero un 7.3% más baratas en Miami-Fort Lauderdale-West Palm Beach.
En el periodo de cuatro años analizado por Pew, los precios al consumidor aumentaron más rápido que la tasa promedio nacional en 11 de las 23 áreas metropolitanas examinadas. Tampa-St. Petersburg-Clearwater encabeza la lista debido a los costos de vivienda más altos.
Algunos servicios muestran una gran disparidad de costos entre las áreas metropolitanas, explica. El gas natural, por ejemplo, cuesta casi un 71% más en el área de la Bahía de San Francisco que a principios de 2020, pero solo un 5.3% más en la zona urbana de Alaska.
Los costos de recreación son un 25.3% más altos en el área metropolitana de Seattle, pero casi un 5% más bajos en el área metropolitana de Boston. Otro ejemplo, los autos y camiones usados son al menos 30% más caros en 16 de las 23 áreas metropolitanas analizadas.
Comer fuera de casa es entre un 35.1% más caro en el área metropolitana de Denver y un 22.6% más caro en Tampa-St. Petersburg-Clearwater, en comparación con los precios de enero de 2020, indica el análisis de Pew Research Center.