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Harvard demanda a Trump por amenazas de recortar su financiamiento

El caso podría sentar un precedente clave en la relación entre el Gobierno federal y las universidades públicas y privadas en Estados Unidos.

Redacción Negocios Now

La Universidad de Harvard presentó una demanda contra la Administración del presidente Donald Trump, en respuesta a las presiones del Gobierno federal para imponer una serie de condiciones a cambio de mantener los fondos federales destinados a investigación.

La demanda marca un nuevo capítulo en la creciente tensión entre las universidades de élite y el presidente, quien ha manifestado su intención de reformar el sistema de educación superior, acusando a estas instituciones de promover ideologías contrarias a su visión del país.

El conflicto surgió luego de que la Administración Trump enviara a Harvard una lista de exigencias que incluía auditorías a sus profesores para detectar plagios, reportes obligatorios sobre estudiantes internacionales involucrados en comportamientos indebidos y la designación de un supervisor externo que garantizara la “diversidad de puntos de vista” en los departamentos académicos.

Desde la Casa Blanca, el portavoz Harrison Fields respondió con dureza a la demanda, afirmando que “la bonanza de fondos públicos para universidades como Harvard, que llenan los bolsillos de burócratas sobredimensionados con el dinero de los contribuyentes, se está terminando”. Fields agregó que el acceso a los fondos federales “es un privilegio” y que Harvard no estaría cumpliendo con los requisitos mínimos para conservarlo.

Harvard, considerada la universidad más rica del mundo, depende de fondos federales, en especial, para sus programas de investigación. El anuncio de la demanda se da en un contexto en el que el Gobierno de Trump también ha amenazado con cancelar los visados de sus estudiantes internacionales y congelar mil millones de dólares adicionales en subvenciones científicas, principalmente provenientes de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), una de las principales fuentes de apoyo a la investigación biomédica en Estados Unidos.

Voceros de Harvard advirtieron que estas medidas tendrían un impacto devastador, en particular sobre la Escuela de Salud Pública T.H. Chan, que depende en gran parte de estas subvenciones para operar. De hecho, la institución ya ha comenzado a aplicar recortes presupuestarios, según informaron en un comunicado reciente.

Aunque el Gobierno enmarcó su ofensiva como una campaña contra el antisemitismo, diversos analistas y sectores académicos consideran que se trata de un intento más amplio de controlar los contenidos académicos relacionados con diversidad racial, identidad de género y justicia social, temas que han sido objeto de críticas constantes por parte del expresidente y sus aliados.

Con esta demanda, Harvard busca defender su autonomía académica y proteger sus recursos fundamentales para la investigación, frente a lo que considera un intento político de condicionar su libertad institucional. El caso podría sentar un precedente clave en la relación entre el gobierno federal y las universidades públicas y privadas en Estados Unidos.