Redacción Negocios Now
Los adultos estadounidenses tienen muchas más probabilidades de sentirse incómodos al hablar de asuntos de dinero con familiares y amigos cercanos que de otros temas tabú, como política y religión. El 38 % aborda sin problemas los saldos de sus cuentas bancarias mientras que al 62 % le incomoda.
Una nueva encuesta de Bankrate, la consultora financiera en línea, indica que el 52 % de los estadunidenses se sienten cómodos hablando de sus deudas de tarjetas de crédito y el 48 % no, mientras que solo para el 14 % el dinero es un tema normal de discusión en las reuniones navideñas con amigos y familiares.
Los niveles de comodidad son mucho más altos si se trata de las generaciones mas jóvenes y cuando se habla del peso, las opiniones políticas, la salud y las creencias religiosas. El 47 % de los encuestados dijo sentirse cómodo hablando de detalles de su vida amorosa; el 78 %, de política, y el 81 %, de religión.
El 52 % de la generación Z, 18 a 27 años, y el 44 % de los millennials, 28 a 43 años, se sienten cómodos hablando de los saldos de sus cuentas bancarias con familiares y amigos cercanos, en comparación con solo el 34 % de la generación X, 44 a 59 años, y el 29 % de los baby boomers, 60 a 78 años.
De acuerdo con los resultados del sondeo, el 57 % de la generación Z y el 55 % de los millennials se sienten cómodos hablando de sus deudas de tarjetas de crédito, frente al 50 % de los baby boomers y el 48 % de la generación X.
La práctica de regalar cosas a otras personas también puede considerarse un tabú, ya que solo un tercio, el 33 %, dice que es aceptable, mientras que el 30 % ha regalado algo que recibió como regalo de Navidad, el 35 % de mujeres lo han hecho y el 25 % de hombres.
Para casi dos de cada cinco baby boomers, el 39 %, es aceptable regalar cosas a otras personas, frente al 33 % de la generación X, el 32 % de los millennials y el 22 % de la generación Z. En cuanto a prestar dinero, el 50 % de los encuestados lo han hecho con la expectativa de que se lo devolvieran.
Sin embargo, más de la mitad, el 55 %, de quienes prestaron cierta cantidad tuvieron un resultado negativo, incluido el 42 % que perdió dinero, el 24 % dañó la relación con la persona y el 9 % dañó su calificación crediticia. El 32 % pagó un gasto grupal (cuenta de restaurante, entradas para eventos, etc.) esperando que se lo devolvieran.
Los millennials son más propensos, el 62 %, a decir que sucedió algo negativo por prestar dinero o pagar un gasto grupal con la expectativa de que se lo devolvieran. Uno de cada cinco, el 19 %, dio ayuda financiera a un amigo o familiar en una reunión navideña, y el 9 % pidió ese apoyo en un evento similar.
El analista de la industria sénior de Bankrate, Ted Rossman, expresó en el informe que prestar dinero a familiares y amigos “representa una situación potencialmente complicada”. Recomienda no prestar más de lo que puede permitirse perder, o bien, considerar un regalo en lugar de un préstamo de dinero.
“Un préstamo se cierne sobre ambas partes y puede ser incómodo. Si bien es bueno ayudar, si está en posibilidad de hacerlo, no mezcle negocios con placer. Tal vez sea mejor ayudar de una manera diferente, como ofrecer asesoramiento o conexiones”, precisa.