Redacción Negocios Now
Los trabajadores estadounidenses están experimentando un aumento significativo en el estrés financiero, mientras intentan equilibrar deuda, ahorro y gastos en un entorno económico incierto.
Según una encuesta de Bank of America realizada a más de mil trabajadores a tiempo completo, menos de la mitad, apenas el 47%, se sienten financieramente seguros, lo que representa un descenso respecto al 52% registrado a comienzos del año.
La encuesta también revela que casi el 85% de los trabajadores tiene algún tipo de deuda personal, y un 26% está buscando activamente asistencia para gestionar ahorros de emergencia, pagar deudas y mejorar su bienestar financiero.
Aunque un 70% se mantiene optimista sobre su situación a largo plazo, las perspectivas a corto plazo son mucho menos alentadoras, reflejando la preocupación general por la economía.
De manera complementaria, el informe “State of the US Consumer” de Deloitte, publicado el 30 de septiembre de 2025, indica que los consumidores estadounidenses se sienten menos seguros financieramente, aunque siguen tomando decisiones de gasto de manera selectiva y consciente.
Según Deloitte, esta prudencia muestra que, aunque la incertidumbre económica persiste, los ciudadanos buscan maneras de mantener cierto control sobre sus finanzas.
Otro estudio reciente de la Reserva Federal de Nueva York, difundido el 7 de octubre de 2025, señala que los estadounidenses están cada vez más preocupados por el futuro del mercado laboral.
Los encuestados anticipan un aumento del desempleo y mayor riesgo de perder sus empleos durante el próximo año, aunque también confían en poder encontrar nuevas oportunidades laborales en un plazo relativamente corto.
Además, las expectativas de inflación han aumentado, alcanzando un 3,4% para el próximo año, por encima del objetivo del 2% que establece la Reserva Federal.
Estos hallazgos reflejan una creciente tensión en la vida financiera de los trabajadores estadounidenses. Aunque muchos mantienen una visión optimista a largo plazo, la combinación de deudas, incertidumbre económica y expectativas de inflación genera un ambiente de preocupación constante.
Expertos señalan que tanto empresas como responsables de políticas públicas deberían considerar estas preocupaciones al diseñar programas de apoyo financiero, educación económica y herramientas que permitan a los trabajadores manejar mejor sus recursos.
En conclusión, el estrés financiero de los estadounidenses no solo afecta su bienestar personal, sino que también puede tener implicaciones para la estabilidad económica general del país.
Las cifras recientes indican que el manejo de la deuda, la planificación del ahorro y la preparación frente a emergencias financieras son temas que requieren atención urgente tanto de individuos como de instituciones.