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Estamos hasta el “Arco” de graffitis

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Ni siquiera el remozado Arco de La Villita se salva de la invasión de los graffiteros.

Están por doquier: en paradas de ómnibus, en postes de alumbrado público, cajas de periódicos, callejones, paredes de negocios, ventanas y puertas, vidrios, lugares yermos  y hasta en el Arco de La Villita bajo la mirada, ay Dios mío, de la Virgencita de Guadalupe.

  “Estamos hasta … hartos de tantos grafitis”, se queja Jaime di Paulo, Director Ejecutivo de la Cámara de Comercio de La Villita, quien ha contraatacado con una lata de pintura que entregaba al personal de limpieza de la calle 26 , y más recientemente un aparato para remover graffiteros adquirido por el Area de Servicio Especial.

   Pero la paciencia de Di Paulo y otros líderes de la comunidad pareció haber llegado a un límite cuando se supo que el  el remozado Arco de la Villita, un icono del barrio construido en 1990 con el aporte de empresarios y remozado no hace mucho a un costo de $15,000, también fue otro blanco.

    “Cada vez que pintan algo y somos informados, nuestra gente de limpieza (de la calle 26) lo borran con pintura, pero el graffiti en el Arco fue sobre piedra que debe removerse con equipos especiales”, indicó Di Paulo.

  Negocios Now fue hasta el Arco en su lado norte para constatar la queja y efectivamente, allí quedó la silueta de un dibujo en letras negras, justo bajo una imagen de la Virgen Morena.

 “Hay graffitis en todas partes, pero que hayan pintado también el Arco, ya es el colmo.  Debemos exigir como comunidad  que la autoridad actúe con más firmeza para detener y castigar judicialmente con más severidad a aquellos que cometen esta falta que daña la imagen del barrio”, agregó el dirigente empresarial.

 Entretanto las autoridade adviertenen que quien esté detrás de los graffitis o sea sorprendido en ese acto, podría enfrentar multas de $750 dólares, más el costo de eliminarlo y hasta 30 días de cárcel.

  El problema, sin embargo, no es solo de La Villita.  La ciudad gastó cerca de $6.5 millones para remover graffitis durante el 2013.  Para este año el presupuesto incluye 3.9 millones adicionales.

 Un alto porcentaje de graffitis es técnicamente el “lenguaje” de pandillas para intercambiar o lanzar mensajes al rival. Según dijo a la CBS Debbie DeLopez, Gerente de programa contra el graffiti de la ciudad, el 75 por ciento de toda la urbe es blanco de grafitis y alrededor del 25 por ciento provienen de pandillas.

 “Eso va en detrimento de nuestros barrios. Se sabe que (con graffitis) la gente no quiere estar ahí, los negocios no quieren establecerse ahí”.

   Concejal Cárdenas ofrece $500 de recompensa

  En una iniciativa para enfrentar el flagelo, el concejal George  Cardenas (D-12) ofrece una recompensa para todo el que provea información que conduzca al arresto de individuos que comentan el delito.

   “No debemos tolerarlo. Tanto los dueños de casas como los comerciantes merecen tener sus inmuebles libres de graffitis”, dijo el Concejal en declaraciones a la prensa luego de invitar a los residentes llamar al 911 si se detecta a una persona dañando un bien público.

    Lo peor de esta locura  pictórica es que en muchas ocasiones el graffiti solo puede eliminarse con un tratamiento químico, como parece ser el caso del estampado en una columna de piedra del Arco, hecho supuestamente en horas de la noche.

    Jaime Di Paulo aplaude la iniciativa de Cárdenas, uno de los dos concejales de La Villita. No obstante, es consciente que a veces los graffiteros comenten daños irreparables.

“Cuando se pinta sobre pared de ladrillo o de piedra (como el caso del Arco), no se quita fácilmente, hay un daño a la propiedad y debe ser investigado como tal. A menos que se reemplace la pared”, ironizó.

   Y por supuesto, que nadie quiere remplazar el simbólico Arco. Mejor cuidarlo.