Por Esteban Montero y Flavia Rodríguez
Washington, 1 de Febrero- Si la imposición de tarifas arancelarias a sus socios comerciales significa el inicio de una guerra comercial, entonces Donald Trump ha lanzado el primer cañonazo.
Tal como lo prometió, Trump impuso hoy aranceles del 25 por ciento a los productos que recibe Estados Unidos de México y Canadá, así como del 10% a los procedentes de China, a partir de este sábado 1 de febrero.
Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la administració Trump, informó el viernes 31 de enero a reporteros que se impondrán aranceles debido al desequilibrio comercial, la oleada de migrantes, así como “el fentanilo ilegal distribuido en nuestro país, que ha matado a decenas de millones de estadounidenses”. “Son promesas cumplidas por el Presidente”, dijo.
En tanto, el presidente Trump admitió en conferencia de prensa que podría haber una “disrupción a corto plazo” en los precios de consumo diario debido a los aranceles que planea imponer.
En su opinión, “los aranceles no producen inflación, llevan al éxito”. “Nos van a hacer muy ricos y muy fuertes”, afirmó.
México tiene plan A,B y C
Ante un escenario sin precendentes en época reciente, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum anunció que tiene “un plan A, un plan B y un plan C” para responder al “muro arancelario” del gobierno de Trump. “Vamos a esperar con la cabeza fría”, dijo en conferencia de prensa matutina. “Estamos preparados”.
A su vez, el secretario de Economía Marcelo Ebrard explicó que la imposición de aranceles generalizados a bienes mexicanos, significaría precios más altos para los consumidores estadunidenses, así como menor disponibilidad de productos y afectaciones en las cadenas de suministros.
Informó que México es el principal proveedor de computadoras, pantallas, autos, autopartes y refrigeradores a Estados Unidos. Hasta noviembre del año pasado las exportaciones superaron $644,000 millones de dólares, consolidándose como principal socio comercial.
En 2019, Trump amenazó con aplicarle a su vecino un arancel del 5% a todas sus importaciones que aumentaría al 25% si no reducía la cifra de migrantes indocumentados que cruzaba la frontera. La medida se frenó al acordar militarizar la frontera sur mexicana y establecer la política “Quédate en Mexico”.
Respuesta canadiense contundente e inmediata
Por su parte, el primer ministro de Canadá Justin Trudeau expresó que su país ha demostrado que es un socio fuerte de Estados Unidos cuando se trata de defender la seguridad fronteriza, pero, si se implementan aranceles contra Canadá, “responderemos. No retrocederemos hasta que se eliminen”.
Aseguró que Canadá tendría una “respuesta contundente e inmediata”. “Nadie, en ninguno de los lados de la frontera, quiere ver aranceles estadounidenses sobre productos canadienses”, dijo Trudeau el viernes por la tarde a través de la red social X.
La estrategia de Canadá incluye la presencia en Washington durante varios días de una delegación de altos funcionarios que han estado negociando para evitar la imposición de aranceles. Trump dijo a la prensa que podría reducir el actual arancel del 25% sobre el petróleo crudo canadiense al 10%.
El reclamo del Trump a Canadá incluye el flujo de migrantes en la frontera común, aún cuando el número de cruces ha disminuido, así como un “desequilibrio de poder económico”, debido a que su vecino del norte le exporta $377,000 millones de dólares y registra un superávit de $55,000 millones.
Traerán aumento de precios en casi todos los bienes
Estados Unidos mantiene un déficit comercial en sus importaciones, por más de $2,9 billones de dólares en 2024, de las cuales el 40% son de Canadá, México y China. Con la imposición de aranceles Trump espera cerrar esa brecha, sin embargo, podrían generar mayores costos a los consumidores.
Una investigación del Instituto Peterson de Economía Internacional sugiere que la campaña arancelaria agresiva de Trump obligará a los consumidores estadounidenses a pagar más por prácticamente todo, desde zapatos y juguetes fabricados en el extranjero hasta alimentos.
Según reportes de agencias noticiosas, los aranceles en ciertas circunstancias no causan problemas de inflación y pueden ser herramientas efectivas para el crecimiento económico. Trump los ha usado con tres propósitos principales: aumentar los ingresos, equilibrar el comercio y llevar a los países rivales a la mesa de negociaciones.