Por Migdalis Pérez
¿Te ha pasado que durante un vuelo ves un asiento vacío junto a una ventana o con más espacio para las piernas y te preguntas si puedes ocuparlo? Aunque parece una cuestión menor, cambiarse de asiento sin autorización puede generar confusiones, molestias e incluso conflictos con la tripulación o los pasajeros. Entonces, ¿es legal y posible cambiarse de asiento si hay uno vacío? La respuesta corta es: depende de la política de la aerolínea y del criterio de la tripulación.
Las políticas oficiales
Cada aerolínea tiene reglas diferentes sobre los cambios de asiento una vez que el avión ha despegado o, incluso, antes del cierre de puertas. Según la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), no existe una norma que prohíba a los pasajeros cambiarse de asiento, siempre que el cambio no comprometa la seguridad del vuelo, ni viole las políticas internas de la aerolínea.
Por ejemplo, American Airlines afirma en su sitio web que los cambios de asiento están permitidos “siempre que el pasajero no ocupe un asiento por el que no haya pagado”, como en el caso de asientos con espacio extra para las piernas, conocidos como Main Cabin Extra. Lo mismo ocurre con United Airlines, que aclara que sus tripulaciones están capacitadas para evitar que pasajeros se cambien a una clase superior o asientos de mayor valor sin haberlos adquirido.
Los asientos de clase premium
Cambiarse de un asiento de clase económica a uno de clase ejecutiva o primera clase, aunque esté vacío, no está permitido sin autorización expresa.
“Hemos visto casos donde los pasajeros intentan ‘autoascenderse’, lo cual puede considerarse una violación de los términos del billete”, explica Henry Harteveldt, analista de la industria aérea en Atmosphere Research Group, en una entrevista para The Washington Post. En algunas situaciones, esto puede derivar, incluso, en una advertencia o expulsión del vuelo.
El rol de la tripulación
La última palabra sobre los cambios de asiento la tiene la tripulación de cabina. De hecho, las azafatas o los sobrecargos suelen tener un listado exacto de los pasajeros, sus asientos asignados y los asientos vacíos.
Si el cambio no afecta a la distribución del peso del avión —algo especialmente importante en aeronaves pequeñas— ni genera molestias a otros pasajeros, es posible que lo aprueben.
“Lo ideal es pedir permiso antes de cambiarse”, sugiere Sara Nelson, presidenta de la Asociación de Auxiliares de Vuelo-CWA, al medio Travel + Leisure. “La cortesía y el respeto al protocolo son fundamentales para mantener el orden en la cabina”.
Consejos prácticos
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Espera a que el avión haya alcanzado la altitud de crucero antes de solicitar un cambio
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No te cambies a asientos con tarifas superiores sin autorización
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Consulta discretamente a un tripulante si puedes moverte a un asiento vacío
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No ocupes dos asientos o asientos reservados para tripulantes, personas con movilidad reducida o familias
En definitiva, sí es posible cambiarse de asiento si hay uno disponible, pero siempre bajo el consentimiento de la tripulación y respetando las políticas tarifarias de la aerolínea. Hay que tener en cuenta que en un espacio reducido y regulado, como la cabina de un avión, el orden y la comunicación clara son claves para que todos —incluyéndote— viajen más cómodos y sin contratiempos.