China advirtió a Estados Unidos que todos los avances en materia de comercio entre ambos países quedarían sin efecto si Washington insiste en imponer aranceles sobre 50,000 mil millones de dólares al país asiático.
En una declaración del gobierno chino, Beijing dejó en claro que no cumpliría los compromisos de comprar más productos estadounidenses si sus exportaciones son sancionadas.
China prometió en conversaciones en Washington el mes pasado incrementar las importaciones de Estados Unidos en un esfuerzo por reducir su superávit comercial de 375 mil millones de dólares en bienes con Estados Unidos. Trump a menudo ha criticado la enorme brecha comercial entre los dos países.
Una delegación estadounidense encabezada por el secretario de Comercio, Wilbur Ross, sostuvo conversaciones con los negociadores chinos en Beijing el sábado y el domingo, consideradas “concretas y positivas” por la parte china.
“Si Estados Unidos pone en marcha medidas de sanciones comerciales, incluida la imposición de aranceles, entonces todos los beneficios económicos y comerciales negociados por ambas partes no tendrán efecto”.
La ofensiva de Trump para acortar el déficit con China y cambiar el acuerdo del Tratado de Libre Comercio con Canadá y México ha colocado a Washington al borde de una guerra comercial que también involucra a sus aliados europeos.
El presidente Trump está imponiendo fuertes aranceles sobre el acero y el aluminio a tres de los principales socios comerciales: a sus dos aliados comerciales de Norteamérica y a la Unión Europea. Las sanciones comerciales establecen el 25 por ciento sobre el acero importado y el 10 por ciento sobre el aluminio importado.
México, la UE y Canadá anunciaron inmediatamente planes para tomar represalias con sus propios aranceles contra los productos estadounidenses.
Canadá, México y la UE se encontraban entre los países a los que se concedió alivio, mientras que los Estados Unidos continuaron las negociaciones para abordar las preocupaciones de la administración sobre el estado de la producción nacional de acero y aluminio.
La decisión de Trump podría aumentar los precios para los estadounidenses en una variedad de productos cotidianos. También podría colocar a los Estados Unidos en una disputa comercial en más de un frente. La administración está avanzando por separado con los aranceles sobre los productos chinos.