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¿Entre el salario mínimo y la pared?

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Tomemos una calculadora en mano. Usted es un pequeño empresario de Chicago. Ahora movamos la máquina del tiempo al 2018, cuando el salario mínimo ya ha saltado de $8.25 a $13 la hora.  Una diferencia de $4.75 por hora.
Para entonces usted estaría pagando a un empleado un aumento de $38 por ocho horas de trabajo diarias.  Serían entonces $190 en una semana de cinco días, y $720 en un mes.  Si multiplicamos esta suma por un año, el ascenso salarial alcanzaría los $9,880 por trabajador.
Bajo el supuesto que usted tenga de 3 a 5 trabajadores fijos, entonces la cifra total podría alcanzar hasta los $49,400.
“No hay dudas, es bueno para las familias de bajos ingresos, se lo merecen, pero por otro lado, ¿podrán pequeños negocios enfrentar esta alza?, pregunta Jaime di Paulo, Director Ejecutivo de la Cámara de La Villita.
En contraste, una encuesta de la Cámara Hispana de Comercio de Illinois (IHCC), formulada a sus más de 500 miembros, indica que el 89 por ciento de los consultados aseguran que el salario mínimo no le afectaría el negocio, mientras el 39 por ciento dijo que sí.
En una abrumadora votación, el Concilio Municipal aprobó subir el salario mínimo de manera gradual hasta $13 la hora para mediados del 2018. Actualmente es de $8.25 la hora.
La medida entrará en efecto a partir del 1 de julio, cuando  el listón salarial subirá a $10 la hora y se espera impacte a más de 400,000 trabajadores en Chicago, que forman cerca del 31 por ciento de la fuerza de trabajo.
Para Di Paulo,  la subida del salario mínimo provocaría una escalada de precios que no caería muy bien en el estómago de negocios pequeños que luchan por sobrevivir a los vaivenes de la economía.
“Estamos a favor de que se suba el nivel económico de la gente que trabaja,  y a lo largo de su historia LVCC ha hecho mucho en ese sentido, pero también debemos pensar en el pequeño empresario que ya paga excesivos impuestos, altas rentas y, frecuentemente caros, insumos para mantener el negocio”, explicó a Negocios Now.

La encuesta de IHCC

El respaldo a la medida de los miembros de IHCC encuestados tampoco no fue uniforme.
El 54 por ciento dijo que apoya un incremento de $10 la hora, el 19 por ciento, de $12 la hora, y un 8 por ciento de $15 la hora.
Los encuestados que se oponen al alza explicaron que la medida municipal reduciría su competitividad con negocios de suburbios y también argumentaron que los salarios deberían estar relacionados con el desempeño de los empleados.
A juicio de Di Paulo el hecho de subir el salario mínimo en Chicago a $13 /h  y que en el vecino suburbio de Cicero se mantenga a  $7.5 la hora, es un problema para los empresarios en torno a su gremio.
“Al tener que pagar más para mantener a sus empleados, los dueños de negocios podrían estar forzados a subir los precios de los productos y servicios que ofrecen, al igual que sus proveedores que también tedndrán que pagar salarios más altos.
Consultados por esta publicación, hay negocios  de la calle 26 que pagan rentas de hasta  $4,000 mensuales, además de lidiar con  otros gastos como impuestos, cada vez más alto.   “Lo que puede pasar es que la gente trabaje en La Villita, pero gaste su dinero en Cicero u en otro lado fuera de Chicago”, advirtió.