Redacción Negocios Now
El indicador de inflación que sigue la Reserva Federal de Estados Unidos se mantuvo bajo en junio, lo que confirma la tendencia de enfriamiento constante de las presiones sobre los precios y aumenta la probabilidad de un recorte de tasas en septiembre, según datos del Departamento de Comercio.
Los precios aumentaron un 0,1 % de mayo a junio, frente a una lectura sin cambios de abril a mayo. Entretanto, excluyendo los precios volátiles de los alimentos y la energía, la llamada inflación subyacente aumentó un 0,2 % de mayo a junio, comparada con el 0,1 % del mes anterior.
En comparación año contra año, la inflación disminuyó a un 2,5 % desde un 2,6 %, y los precios subyacentes, que aumentaron un 2,6 %, siguen sin cambios desde junio. Los economistas observan de cerca los precios subyacentes, que generalmente brindan una mejor lectura de las tendencias futuras de inflación.
Un análisis de la agencia AP sobre los datos recientes del Departamento de Comercio asegura que, en conjunto, “las cifras sugieren que la peor racha de inflación en cuatro décadas, que alcanzó su punto máximo hace dos años, está llegando a su fin”.
Dicha estimación coincide con la reciente declaración del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, respecto a los datos de precios que se han reducido este verano, lo que ha reforzado su confianza en que la inflación está regresando de manera sostenible al nivel objetivo del banco central del 2 %.
El reciente informe del departamento mostró que el gasto de los consumidores aumentó un 0,3 % de mayo a junio, ligeramente por debajo del aumento del 0,4 % del mes anterior. Lo mismo ocurrió con los ingresos, que incrementaron un 0,2 %, por debajo del 0,4 % de mayo, y con un 1 % del ingreso promedio ajustado a la inflación respecto al año anterior.
“Esto sugiere que se está produciendo un raro aterrizaje suave, en el que la Fed logra desacelerar la economía y la inflación a través de tasas de endeudamiento más altas sin causar una recesión, hasta ahora”, dice AP.
El mes pasado, los precios de los alimentos subieron sólo un 0,1 %, lo que prolongó una racha de ligeros aumentos de costos después de que esos precios se dispararan en 2021 y 2022. En comparación con el año pasado, los precios de los comestibles aumentaron sólo un 1,4 %.
Los precios de la energía cayeron un 2,1 % de mayo a junio, liderados por los precios de la gasolina marcadamente más bajos. Los costos de la energía aumentaron un 2 % durante 2023, mientras que los precios de automóviles nuevos cayeron un 0,6 % el mes pasado, después de un aumento durante la pandemia.
Tras saltar al 7 % en 2022, según los datos publicados, la inflación ha caído de manera constante durante el último año. Aun así, los costos de las necesidades diarias, como los comestibles, la gasolina y el alquiler, siguen siendo mucho más altos que hace tres años.
La inflación se está enfriando, aunque la economía sigue expandiéndose de manera constante. El Gobierno informó este mes que la economía estadounidense creció a una tasa anual saludable del 2,8 % en el trimestre abril-junio, un aumento respecto de una tasa de crecimiento anual del 1,4 % en los primeros tres meses del año.
Las empresas siguen creando empleos, aunque la mayor parte de las contrataciones en los últimos meses se han concentrado en sólo dos sectores de la economía: atención médica y Gobierno. La tasa de desempleo ha subido hasta un 4,1 %, todavía bajo, después de un período más largo por debajo del 4 %.
Con la contratación enfriándose y la economía creciendo a un ritmo constante, aunque no robusto, se considera casi una certeza que la Fed reducirá su tasa de interés de referencia en su reunión de mediados de septiembre, reitera el análisis de AP.