Redacción Negocios Now
Los hábitos de conducción de los estadounidenses han empeorado en los últimos cinco años, con un aumento en el manejo peligroso o imprudente de vehículo, la ira al volante y la distracción por uso del celular, confirma un análisis de datos y una encuesta del Pew Research Center (PRC).
Según la información más reciente, en el 2022 poco más de 46,000 personas murieron en accidentes automovilísticos, lo que equivale a una tasa de mortalidad ajustada por edad de 13,3 personas por cada 100,000. Menos que durante la pandemia (2020), pero más que antes de ella (2019).
Cerca de la mitad de los estadounidenses, 49 %, afirma que las persona en su área conducen de manera más peligrosa que antes de la pandemia, mientras que solo el 9 % considera que la conducción de vehículos se realiza hoy de una manera más segura, indica reciente encuesta del PRC.
La conducción peligrosa o imprudente es un comportamiento que pone en peligro a los demás, desde seguir de cerca a otro vehículo y cambiar de carril de forma indebida, exceso de velocidad, conducir ebrio, frenar bruscamente y abandonar el lugar del accidente antes de que llegue ayuda policial o médica.
En 2022, solo el 4.9% de los conductores involucrados en accidentes mortales fueron acusados de lo que la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) denomina delitos de “imprudencia, descuido o fuga”, una proporción que ha cambiado poco desde 2010.
Sin embargo, datos de la NHTSA muestran un aumento constante en la proporción de accidentes mortales que registran un choque y fuga. En 2022 el 14.5 % de todos los accidentes involucró a conductores que se dieron a la fuga, frente al 12.1 % del 2019.
El exceso de velocidad es factor principal en los accidentes mortales. En 2022, más de una cuarta parte de ellos, 27.8%, implicaron exceso de velocidad, 2 puntos más que en 2019, aunque menos que el 28.6% en 2020, la proporción más alta desde 2013.
En tanto, por conducción en estado de ebriedad, con un contenido de alcohol en sangre del 0.08% o más, ocurrieron tres de cada diez accidentes mortales en 2022, 31.3% respecto al 27.7% de 2019, que dejaron 13,524 muertos, un aumento del 32.6% en el número de víctimas en tres años.
Mientras que los incidentes por ira al volante, “una agresión intencionada por parte de un conductor o un pasajero, con un vehículo de motor o un arma, que se produce en la carretera”, según la NHTSA, son más comunes y más letales desde la pandemia, destaca el informe del PRC.
Pocos estados tienen leyes que definen y castigan la furia al volante. Si los casos se procesan, tienden a caer bajo leyes más amplias de asalto u homicidio, lo que hace difícil encontrar datos sobre estos incidentes. En 2019 se reportaron 692 víctimas, para 2022 fueron 148 personas muertas y 421 heridas, antes de disminuir un poco el año pasado.
El nuevo sondeo de Pew detectó una especial preocupación pública por las distracciones de los conductores con los teléfonos móviles, de tal forma que el 78% de los estadounidenses lo considera un problema importante en su comunidad local.
“En tanto, los datos oficiales demuestran que el uso del teléfono móvil fue un factor en el 12.1% de los accidentes mortales relacionados con la distracción en 2022. Influyó en el 9.5 % de los accidentes con heridos, y en el 9.6% de los accidentes con daños materiales”, un aumento respecto a 2019, dice.
A nivel estatal, entre 2019 y 2022 Arizona y Nuevo México tuvieron los mayores aumentos del país en las tasas de mortalidad por accidentes automovilísticos. Arizona de 4.8% más alta en 2022, respecto a 2019, de 17,8 personas por cada 100,000; Nuevo México 4.0%, con 23,4 por cada 100,000.