Redacción Negocios Now
Los latinos están frotándose las manos ante los más de $2,000 millones de dólares que los Chicago Bears planean invertir en la edificación de un estadio, espacios públicos y campos deportivos, que generarán más de $8,000 millones en impacto económico regional y unos 43,000 empleos en el sector de la construcción.
Según trascendió en nota de prensa, con el citado monto de inversión se cubrirá el 70 % de los costos del nuevo estadio, que reemplazará al actual, y que, de conjunto con el resto de las instalaciones a edificarse, podrá ser sede de grandes eventos, como el Super Bowl y campeonatos de la Asociación Nacional Deportiva Universitaria, «lo que desbloqueará miles de millones en ingresos por turismo».
La misma nota puntualizó que la inversión privada de los Chicago Bears «es uno de los mayores compromisos de fondos privados con un activo público a nivel nacional». Básicamente, el equipo se ha comprometido «a involucrar a empresas locales de construcción propiedad de minorías, mujeres y veteranos para darle vida al estadio, asegurando una fuerza laboral sindical que refleje la diversidad de Chicago».
Jackie Gómez, directora ejecutiva de la Asociación Hispanoamericana de la Industria de la Construcción (HACIA, por sus siglas en inglés), dijo que «HACIA se enorgullece de defender proyectos que tienen un beneficio claro para la fuerza laboral y la comunidad empresarial minoritaria de Chicago».
Gómez resaltó el hecho de que el equipo profesional de fútbol americano ha prometido contratar empresas de mujeres y minorías, asegurando que contratistas hispanos, como los que ella representa, tengan amplias oportunidades para trabajar en ese proyecto. «Un desarrollo de esta escala, apuntó, seguramente traerá riqueza a las comunidades minoritarias de Chicago».
El director ejecutivo de Greater Auburn Gresham Development Corporation, Carlos Nelson, por su parte, dijo que «los Chicago Bears siguen el ejemplo en cuanto a asociaciones comunitarias y trabajo con los lados sur y oeste de nuestra ciudad». En su opinión, «las zonas desatendidas de Chicago se beneficiarán particularmente de los nuevos espacios verdes y abiertos, así como de la gran cantidad de oportunidades laborales que se crearán con un nuevo estadio».
Para el presidente de la junta directiva de Choose Chicago, Glenn Eden, entretanto, «la presencia continua de los legendarios Chicago Bears en el centro de Chicago se suma a la concentración de atracciones que hacen de Chicago la Mejor Gran Ciudad de EE. UU., título que ha recibido más que cualquier otro destino del país».
Según el director ejecutivo de Cabrera Capital Partners, Martín Cabrera, «una inversión privada como esta es clave para iniciar una nueva era de desarrollo y transformación barrial en nuestra ciudad». Desde su punto de vista, «el impacto económico de este proyecto puede tener efectos de largo alcance, al agregar nuevas fuentes de ingresos para la ciudad que, [a su vez], se pueden reinvertir en Chicago».
Desde luego, el alcalde de “la ciudad de los vientos”, Brandon Johnson, elogió la multimillonaria inversión del equipo, argumentando que «esta marca un momento crucial para Chicago» al tratarse de «un proyecto visionario que prioriza el bien público». Para Johnson, «la propuesta de los Chicago Bears va más allá de la mera construcción, [pues] cultivará el crecimiento económico, la creación de empleos y el enriquecimiento de la comunidad».
A propósito del anuncio de la inversión, el director del famoso equipo, George H. McCaskey, recordó en la nota de prensa que «la historia de los Chicago Bears en esta ciudad es profunda y se remonta a 1921, cuando George Halas trasladó la franquicia a aquí después de un año en Decatur, Illinois».
McCaskey puntualizó que «el nuevo estadio será un testimonio del carácter de Chicago, construido por su gente para el mejoramiento de nuestra querida ciudad», al tiempo que indicó que este «es un momento de orgullo para nuestra franquicia, nuestros devotos fanáticos y nuestra ciudad natal».
Mientras tanto, el presidente y director ejecutivo del equipo, Kevin Warren, dijo que «contribuir con más de $2,000 millones de dólares privados a este nuevo estadio de propiedad pública desbloqueará enormes oportunidades de desarrollo económico, agregará empleos para la ciudad y la región, y creará una tremenda ventaja local para los Chicago Bears».
Warren adelantó que, una vez que se complete esta inversión, «Chicago podrá presentar ofertas para el Super Bowl, la Final Four, eventos universitarios, conciertos y otros megaeventos que podrían realizarse aquí», hecho que ayudará a la ciudad a recuperar su reputación como sede de importantes eventos internacionales.
«Realmente, sentenció, esta es una oportunidad única para que Chicago recupere eventos globales, y cree enormes beneficios económicos y comunitarios a fin de seguir siendo el hogar de los Chicago Bears para las generaciones futuras».