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El touchdown de Mauricio Sánchez

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Serie del Especial de “Partnership”

Por Víctor R. Pérez

CHICAGO — Tan en serio se tomó Mauricio Sánchez su vida en el terreno
de los negocios que escogió como socio a un hombre fuerte: Ron Rivera,
un linebacker retirado de los Osos de Chicago con anillo de campeón
del Super Bowl XX.

En 1995 ambos fundaron Sanchez & Rivera Title, la primera empresa
hispana del sector de títulos de propiedad a nivel nacional.

En aquel entonces Sánchez era un recién egresado de Loyola University
donde estudió negocios internacionales y ciencias políticas, mientras
que Rivera era famoso por haber jugado como defensor de los Osos que
vencieron 46-10 a los Patriotas de Nueva Inglaterra para alzarse
campeones de la NFL en enero de 1986.

Ese partido sólo refirmó que los Osos tenían la mejor defensa de la
NFL. Apenas perdieron uno de sus 16 juegos de aquella temporada
regular.

En el terreno de los negocios, Rivera también fue un acorazado al
abrir puertas con su nombre para que Sanchez & Rivera se consolidara
como una exitosa empresa aseguradora de títulos.

Pero en 2000, Rivera decide dejar Sanchez & Rivera para probar suerte
como entrenador de linebackers de las Águilas de Filadelfia.

Contrario a las empresas que cambian de nombre cuando sus socios se
separan, Sanchez & Rivera conservó el suyo y siguió creciendo.

“Debido a la estrecha relación y orgullo que sentimos por la empresa,
Ron y yo acordamos seguir usando el nombre de él para la empresa,
mientras él iniciaba su carrera de entrenador”, dijo Sánchez a
Negocios Now.

Actualmente, Sánchez, de 42 años, es el presidente y CEO de Sanchez &
Rivera Title. Rivera, de 51 años, es el entrenador en jefe de las
Panteras de Carolina desde 2011.

Sanchez & Rivera empezó a operar en Chicago Sanchez & Rivera con el
objetivo de asegurar de que todas las partes involucradas en una
transacción tomen la mejor decisión a la hora de comprar una
propiedad.

“Nosotros fuimos pioneros en bienes raíces en ofrecer a la comunidad
latina la oportunidad de educarse para comprar una propiedad para
vivir”, dice Sánchez, oriundo de Toluca, Estado de México.

En la actualidad, Sanchez & Rivera ostenta una cartera de clientes que
incluye empresas Forbes 500 a lo largo y ancho de EEUU, y allende la
frontera sur. Este año, ayudó a concretar su primera transacción
inmobiliaria y multimillonaria en el área de la Ciudad de México.

“Nos encargamos de facilitar de manera libre, integral y clara el
proceso de compra”, explica Sánchez, “desde el inicio hasta el cierre
de la transacción”.

LA IMPORTANCIA DE UN NOMBRE

Sánchez conoció a Rivera a través de Manny Sánchez, tío de aquel y
amigo de este.

“Ron y yo nos dimos cuenta que había un vacío para una empresa como
esta dentro de la comunidad latina, que educara a la comunidad
latina”, señala Sánchez.

Para Sánchez fue importante el reconocimiento del nombre de Rivera,
pero no determinante para asociarse con el nativo de Fort Ord,
California, en un negocio de los títulos de propiedad.

“Más que tener un nombre famoso, es muy importante conocer el negocio.
Y Ron lo conocía y lo entendía muy bien”, explica Sánchez.

En los primeros cinco años de su fundación, Sanchez & Rivera Title
creció a un ritmo de 15 a 20 por ciento anual.

Con la llegada del 2000 el mercado inmobiliario empezó a cobrar auge y
entonces la empresa creció a un ritmo anual de 20 a 30 por ciento
anual, lo cual es “lo tradicional”, explica Sánchez.

“En ese punto empezamos a tener presencia en otras partes de Estados
Unidos”, dice.

Hacia 2000, Rivera empezó a retirarse poco a poco de la empresa y a
acercase de nuevo a la NFL hasta marcharse a Filadelfia.

En palabras de Sánchez, la relación que Rivera y él tienen va más allá
de los negocios.

“El es el padrino de mi hijo, Domingo”, dijo. “Ron es prácticamente familia”.

“Así que para mí verlo de coach en la NFL es como ver a un hermano mío
realizar su sueño; y para él verme al frente de Sanchez & Rivera es
ver a su hermano ayudando a educar a nuestra gente en bienes raíces.
Fue algo muy natural”.

LECCIONES DE LA CRISIS HIPOTECARIA

Luego llegó la crisis hipotecaria de 2008 y el mercado se desplomó.

“Nosotros sobrevivimos el desplome del mercado debido a que
identificamos a la gente buena con quien trabajar”, recuerda Sánchez.

En un mercado donde abundaban las prácticas predatorias, Sanchez &
Rivera sorteó la crisis con la “incredulidad intacta”, asegura.

“Estabamos en una posición única: entendíamos el mercado y entendíamos
a nuestra comunidad”, añade. “Nuestra reputación creció”.

Como parte de sus esfuerzos para educar a la comunidad latina, Sánchez
unió fuerzas con Phillip Krawiec para fundar el Information Institute
For Answer and Advocacy In Real Estate (o Instituto de Información de
Respuesta y Defensa en Bienes Raíces).

“Queremos procurar la sostenibilidad de ser propietario de casa”, dice
Sánchez sobre la fundación cuyo portal estará operando para finales de
año.

Rivera también ha sorteado su propios retos desde que se convirtió en
el cuarto entrenador en jefe de las Panteras de Carolina en los 18
años de la franquicia.

En 2010, antes de la llegada de Rivera, las Panteras habían tenido su
segunda peor temporada jamás: 2 victorias y 14 derrotas, y la peor
ofensiva de la NFL.

Con Rivera, las Panteras terminaron las siguentes dos temporadas con
mejor récord: 6-10 en 2011 y 7-9 en 2012.

Pero, ¿volverá algún día Rivera a Sanchez & Rivera?

“Creo que él nunca va a volver. Su actual carrera de entrenador, es
una carrera de por vida”, dice Sánchez.

“Ambos tenemos gratos recuerdos y el enorme orgullo de haber cimentado
esta empresa”, concluye.