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El primer asistente de voz que no tiene género

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Ante la crítica por la carga sexista de los asistentes de voz, investigadores lingüistas, creativos y activistas de Copenhague, Dinamarca, desarrollaron el primero de ellos que no tiene género, y lo llamaron “Q”.
 
Su objetivo es “acabar con el sesgo de género en los asistentes de inteligencia artificial”, explican sus creadores, quienes presentaron por primera vez a Q durante el South by Southwest (SXSW) festival sobre tecnología desarrollado en Austin, Texas, en marzo pasado, y ahora buscan posicionarlo.
 
Para ello lanzaron la semana pasada un video donde el asistente de voz neutro pide al público su ayuda para “convertirme en una tercera opción”, “comparte mi voz con Apple Amazon, Google, Microsoft”, y “juntos garantizaremos que la tecnología nos reconozca a todos”, dice.
 
Aunque ya establecieron contacto con algunas de esas empresas, aún no ha pasado nada. Sin embargo, sus creadores no solo aspiran a que sustituya o se convierta en opción de Siri de Appel, Google Assistant, Alexa de Amazon, o Cortana de Microsoft, todos con voces femeninas, también desean escucharlo en bancos, estaciones de metro, cines o teatros.
 
Q es resultado de una colaboración entre Copenhagen Pride, el festival anual de diversidad y derechos humanos más grande de Dinamarca, enfocado en temas LGBT; la organización Equal AI, vigilante del desarrollo de inteligencia artificial, varias agencias creativas y un estudio de sonido basado en Copenhague.
 
El equipo de la lingüista Anna Jorgensende la Universidad de Copenhague, investigó los parámetros que definen que una voz sea binaria (compuesta de dos elementos, masculino y femenino), y descubrieron que para modificarla se requería una frecuencia situada entre una típica voz masculina (tan grave como 85 Hz) y una femenina (tan aguda como 255 Hz). 
 
El grupo empezó a trabajar en el proyecto en el verano del año pasado. Grabaron cinco voces que no tenían los parámetros de voz femenina o masculina, utilizaron un software específico de modulación y modificaron las voces a un rango neutral.
 
La medida ideal para que fuera percibida como una voz “sin género” resultó ser entre 145 y 175 Hz. Se tomó en cuenta la pronunciación de las vocales y de ciertas consonantes, así como el ritmo. Después realizaron una encuesta sobre la voz de Q, el 50% la percibió sin género, el 26% como masculina y el 24% como femenina.
 
Una vez logrado el objetivo de contar con una voz de género no binario, el próximo paso del grupo que respalda a Q es construir la estructura de inteligencia artificial requerida. “Fui creado para un futuro en el que ya no nos definiremos por nuestro género, sino por cómo nos definimos nosotros mismos”, dice en el video.
 
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