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El Hombre de Los Comales

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Camerino González

Camerino González es la historia viva del corazón emprendedor de La Villita.  Y sus restaurantes, Los Comales, todo un emblema en su comunidad.

Abrió el primero en 1973, en plena la calle 26, cuando en el barrio confluían aun polacos y mexicanos.  Emigró de la Ciudad de México y trajo consigo “el sabor y el estilo de los tacos del DF”, con su tortilla pequeña y la buena carne.  Era una novedad en aquella época, dice.

“Entonces había muchos mexicanos y polacos, estos últimos empezaron a salir, mientras la población latina ya crecía significativamente, y me dije ‘aquí cabe una taquería’.

Cuarenta y seis años después Camerino está aquí para contar la historia de un negocio que evoluciona tocado por la magia de la tecnología. Antes se buscaban esquinas donde había movimiento de gente para abrir un restaurante, ahora la tecnología te ayuda con todo.

“Ya me quedé atrás, muy lejos, sonríe.

Ahora son mis hijos, más jóvenes y preparados en universidad, los que mueven el negocio”, dice el octogenario y dadivoso emprendedor. Porque a través de los años, el fundador de Los Comales también es famoso por sus donaciones a iglesias, escuelas y a su comunidad.

El empresario que dio alrededor de 2,000 cartas de recomendaciones a  inmigrantes para acogerse a la amnistía migratoria de 1986, el hombre que ha entrenado tantas mujeres como cocineras, que hoy superan a los hombres en sus restaurantes.

Es el hombre que ofrece a sus mejores trabajadores la oportunidad de convertirse en un dueño de de restaurantes Los Comales, convertidos hoy en franquicia. “Vivo orgulloso de vivir en este barrio, de mi comunidad”, dijo.