El Departamento de Educación despidió a 1300 empleados

A los despidos masivos se suman 572 trabajadores que aceptaron paquetes de separación y otros 63 que fueron despedidos el mes pasado.
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Redacción Negocios Now

El Gobierno de Donald Trump ha dado un golpe significativo al Departamento de Educación de EE. UU. al despedir a más de 1300 empleados, reduciendo la plantilla casi a la mitad. Esta medida deja a la agencia debilitada y sin una gran parte de su personal, lo que genera preocupaciones sobre el futuro de la supervisión federal en educación.

El departamento, que comenzó el año con 4133 empleados, ahora enfrenta una fuerte reducción de su fuerza laboral. A los despidos masivos se suman 572 trabajadores que aceptaron paquetes de separación en semanas anteriores y otros 63 que fueron despedidos el mes pasado. Aunque Trump ha expresado en múltiples ocasiones su intención de desmantelar la agencia, esta no puede ser eliminada sin la aprobación del Congreso.

Linda McMahon, secretaria de Educación, defendió la medida como un esfuerzo por mejorar la eficiencia y aseguró que no afectará los programas de préstamos estudiantiles, becas Pell, ni fondos para estudiantes con necesidades especiales. Sin embargo, muchos expertos y legisladores dudan de que los servicios puedan mantenerse con una plantilla tan reducida.

Los despidos han golpeado con especial fuerza a la Oficina de Derechos Civiles, que ya tenía dificultades para gestionar una gran cantidad de casos pendientes. Varios centros regionales, incluidos los de Nueva York, San Francisco y Boston, han sido cerrados o reducidos al mínimo, lo que podría debilitar la capacidad del Gobierno federal para hacer cumplir las leyes de igualdad en la educación.

Sheria Smith, presidenta de la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno, criticó la medida y acusó al Gobierno de Trump de no valorar a los trabajadores que han dedicado sus carreras al servicio público. Becky Pringle, líder del mayor sindicato de maestros del país, entretanto, advirtió que estos recortes afectarán los programas de formación laboral y encarecerán la educación superior, perjudicando especialmente a los estudiantes más vulnerables.

Desde su campaña de 2024, Trump ha promovido la idea de eliminar el Departamento de Educación, trasladando sus funciones a los estados y distritos escolares locales. Esta postura ha sido respaldada por grupos conservadores que se oponen a los enfoques progresistas en temas raciales y de diversidad en las escuelas.

En una reciente entrevista con Fox News, McMahon confirmó que Trump planea firmar una orden ejecutiva para desmantelar la agencia, aunque no especificó cuándo. Sin embargo, esta medida podría enfrentar desafíos legales, ya que el Congreso debe aprobar el cierre del departamento. A pesar de que las encuestas muestran que dos tercios de los estadounidenses se oponen a la eliminación de la agencia, Trump parece decidido a seguir adelante.

Parte del trabajo de la agencia podría trasladarse a otras dependencias del Gobierno. Se han explorado planes para que el Departamento del Tesoro gestione los préstamos estudiantiles, que la aplicación de derechos civiles pase al Departamento de Justicia, y que los programas para estudiantes con discapacidades se transfieran al Departamento de Salud y Servicios Humanos.

Según un reporte de The New York Times, el impacto de los despidos se sintió rápidamente. El martes por la tarde, algunos empleados se reunieron frente a la sede del departamento en Washington para manifestar su rechazo a los recortes. Dentro del edificio, varios trabajadores respondieron con gestos de apoyo desde las ventanas.

Trump ha llevado a cabo profundas reestructuraciones en el Gobierno federal durante su segundo mandato, con el apoyo de un equipo supervisado por Elon Musk, cuyo objetivo ha sido reducir agencias gubernamentales y optimizar su funcionamiento. Funcionarios del Departamento de Educación han reconocido que este equipo ha influido en los recientes despidos y en la reestructuración de la agencia.