Redacción Negocios Now
El programa de deportación masiva propuesto por el candidato presidencial republicano, Donald Trump, devastaría en lo social y económico a familias estadounidenses, con un efecto directo sobre residentes indocumentados y ciudadanos, así como un impacto fiscal negativo en la economía en general.
Un análisis del Centro de Estudios Migratorios de Nueva York (CMS) advierte que la expulsión de los 10,9 millones de residentes indocumentados de los Estados Unidos no solo tendría impactos a nivel de hogares y familias, sino consecuencias para toda la nación.
El reporte de la investigación detalla la estructura y contribución económica de las familias de esos 10,9 millones de no ciudadanos, el 54 % de los cuales han vivido en el país durante 10 años o más, y de 5,8 millones de hogares de estatus mixto, con residentes indocumentados y con estatus legal permanente.
De estos hogares, precisa, 1,1 millones están compuestos solo por residentes sin documentos y 4,7 millones son de estatus mixto, con 9,8 millones de ciudadanos estadounidenses (adultos y niños) que viven en hogares con personas indocumentadas.
Cerca de 726,000 inmigrantes indocumentados están casados con un ciudadano estadounidense, y 455,000 de ese total han vivido en el país durante al menos 10 años. Además, 2.6 millones de residentes indocumentados, casi una cuarta parte de la población general, llegó al país con menos de 15 años.
Los datos precisan que un total de 5,5 millones de niños nacidos en Estados Unidos menores de 18 años residen en el 48 % de los hogares con al menos un inmigrante indocumentado, 2,8 millones de hogares, incluidos 1,8 millones que viven con dos padres indocumentados.
Un programa de deportación masiva de inmigrantes indocumentados dejaría a estos niños nacidos en Estados Unidos sin uno o más de los adultos responsables de su cuidado, generando más de $116,5 mil millones de gastos de crianza
De los 9,9 millones de personas indocumentadas de 16 años o más, 7,6 millones están en la fuerza laboral, una tasa de participación del 77.2 % a nivel nacional, “lo que indica que los indocumentados en el país tienen más probabilidades de trabajar y pagar impuestos que el promedio nacional”.
Los trabajadores indocumentados desempeñan un papel crucial a la hora de cubrir la escasez de mano de obra actual y proyectada. El 74 % de ellos trabajan en puestos esenciales, en comparación con el 65 % de la fuerza laboral nativa, y el 14 %, o un poco más de un millón, son trabajadores autónomos.
El ingreso familiar promedio de todos los hogares con residentes indocumentados (incluidos de estatus mixto) es de $71,300, menos de $3,500 respecto al ingreso familiar promedio nacional. El 81.3 % de los indocumentados tiene ingresos iguales o superiores al nivel de pobreza de 2022.
Sin la contribución de los miembros indocumentados, el ingreso familiar promedio de los hogares de estatus mixto se reduciría a $39,000, una caída de más del 48 %, empujando a millones de estadounidenses hacia la pobreza, y aumentando la carga sobre los beneficios públicos y las instituciones caritativas, dice CMS.
También destacan en el sector inmobiliario estadounidense. Casi 1,5 millones, o uno de cada cuatro, de los hogares con al menos una persona indocumentada, tienen hipotecas. La deportación causaría el impago de un porcentaje significativo, amenazando con desestabilizar el mercado de bienes raíces.
Además, los indocumentados aportan grandes sumas a la economía estadounidense. En 2022, la población indocumentada total acumuló más de $375 mil millones de dólares en ingresos y pagaron $96,7 mil millones de dólares en impuestos federales, estatales y locales en 2022.
Por lo tanto, más del 25 % de los ingresos de los inmigrantes indocumentados se destina a impuestos, fondos públicos que se perderían en el caso de deportaciones masivas, y su eliminación de la fuerza laboral tendría un impacto sustancial en las economías locales.
“A medida que cada persona permanece en los Estados Unidos por más tiempo, su impacto y vínculos con su comunidad solo se fortalecen, aumentando las posibles perturbaciones que supone su expulsión”, advierte el análisis de CMS.