Redacción Negocios Now
Las políticas y declaraciones del presidente Donald Trump están desalentando el turismo internacional en Estados Unidos, según un informe de The New York Times.
Básicamente, un número creciente de viajeros extranjeros está reconsiderando sus visitas debido a preocupaciones sobre seguridad, hospitalidad y el impacto de las decisiones políticas estadounidenses en el escenario global.
Ambiente hostil para viajeros
En las últimas semanas, turistas de diversas partes del mundo han manifestado sentirse menos bienvenidos en EE. UU., lo que ha llevado a un aumento en cancelaciones de viajes. Algunas restricciones migratorias en discusión podrían afectar a ciudadanos de hasta 43 países, incluyendo Bielorrusia, Camboya y Santa Lucía.
Mallory Henderson, una consultora británica de 53 años, compartió con The New York Times su decisión de cancelar un viaje a Boston esta Semana Santa. “Tantos estadounidenses quieren huir del ambiente tenso y tóxico que reina en su país. ¿Por qué querría alguien visitarlo, especialmente ahora, con todas las detenciones arbitrarias en migración?”, afirmó.
Los nuevos desafíos del sector
Antes del cambio de Gobierno en enero, la industria del turismo estadounidense ya enfrentaba dificultades debido a la fortaleza del dólar y los retrasos en la emisión de visas. Según la Asociación de Viajes de EE. UU., el número de visitantes internacionales aún no ha alcanzado los niveles previos a la pandemia y no se espera que el gasto turístico se recupere completamente hasta 2026.
Sin embargo, las previsiones han empeorado. Tourism Economics había proyectado un crecimiento del 9 % en los viajes a EE. UU. este año, pero en febrero ajustó sus estimaciones, prediciendo una caída del 5,1 % en la llegada de turistas y un descenso del 0,8 % en la demanda hotelera para 2025. Esto representa una pérdida de aproximadamente 18.000 millones de dólares.
Uno de los factores más impactantes ha sido el boicot de los viajeros canadienses, que reaccionaron a la imposición de aranceles por parte del Gobierno de Trump. Según The New York Times, en febrero, el tráfico terrestre desde Canadá cayó un 24 % en comparación con el mismo periodo de 2024.
Las aerolíneas también han respondido a esta incertidumbre. Delta Air Lines y American Airlines recortaron sus previsiones financieras, y United Airlines redujo la frecuencia de sus rutas a Canadá debido a la “gran caída del tráfico canadiense”, según su director ejecutivo, Scott Kirby.
Advertencias de viaje y mayor escrutinio en fronteras
Las tensiones diplomáticas han llevado a países como Reino Unido, Alemania y Canadá a actualizar sus advertencias de viaje para quienes visitan Estados Unidos. En ellas, destacan que la exención de visa no garantiza la entrada y que los turistas pueden ser detenidos si se sospecha que violan las normas migratorias.
Recientemente, un científico francés fue rechazado en la frontera estadounidense luego de que los agentes revisaran su teléfono y encontraran comentarios sobre las políticas de Trump. Aunque las autoridades negaron que la decisión estuviera relacionada con sus opiniones políticas, el incidente ha generado preocupación entre los viajeros internacionales.
Adam Sacks, presidente de Tourism Economics, declaró a The New York Times: “El sentimiento negativo hacia EE. UU. persistirá debido a una combinación de factores, incluidas las fricciones geopolíticas, la retórica incendiaria y las políticas de seguridad fronteriza”.
Los efectos en la industria
Si bien en Europa no se han reportado cancelaciones masivas como en Canadá, operadores turísticos advierten que más viajeros están reconsiderando sus planes para la primavera y el verano. Datos de la Oficina Nacional de Viajes y Turismo muestran que en febrero las llegadas desde Europa occidental cayeron un 1 %, contrastando con el aumento del 14 % registrado en el mismo mes de 2024.
El alto costo de viajar a EE. UU. tras la pandemia también está afectando la demanda. Alan Wilson, director de Bon Voyage Travel & Tours, explicó que la fortaleza del dólar, el aumento en los precios de hoteles y las propinas obligatorias desmotivan a los turistas. “El mercado británico detesta la cultura del 20 % de propina y la sensación de que siempre hay alguien esperando más dinero”, comentó.
Empresas de turismo locales igualmente han sido golpeadas. Luke Miller, propietario de Real New York Tours, dijo a The New York Times que la oleada de cancelaciones, en especial desde Canadá, ha sido devastadora. “Veinte autobuses llenos de personas mayores cancelaron sus viajes. Son miles de dólares en pérdidas para mi pequeño negocio”, lamentó.
Ante este panorama, estados como Nueva York y California han intensificado sus campañas de marketing para asegurar a los turistas internacionales que siguen siendo bienvenidos. Visit California, la agencia de turismo del estado, redujo sus previsiones de ingresos para 2025 de 166.000 millones de dólares a 160.000 millones, citando la desaceleración del turismo y los recientes incendios en Los Ángeles.
Mientras las tensiones políticas continúan, la incertidumbre sobre el futuro del turismo en Estados Unidos se mantiene, y expertos advierten que la industria podría seguir sufriendo las consecuencias del efecto Trump en los próximos años.