Redacción Negocios Now
Los viajes internacionales hacia Estados Unidos están en declive, con un impacto especialmente notorio en los turistas canadienses, cuya afluencia cayó un 15,2 % en abril en comparación con el mismo mes del año anterior. Las compañías aéreas han reaccionado reduciendo tarifas ante la menor demanda, mientras que gigantes hoteleros, como Marriott, Hilton y Hyatt, han recortado sus expectativas de ingresos.
Un análisis de la firma Tourism Economics lo deja claro: en lugar del crecimiento del 9 % que se anticipaba a inicios de año, ahora se proyecta una caída del 9,4 % en las llegadas internacionales para 2025. Adam Sacks, presidente de la firma, dijo a The New York Times que gran parte del deterioro obedece a “la incertidumbre generada por decisiones comerciales y políticas que han dañado la imagen del país”.
Uno de los sectores más golpeados es el del turismo canadiense. El retorno de ciudadanos de Canadá en automóvil desde EE. UU. se redujo un 35,2 % en abril, mientras que los regresos por vía aérea cayeron casi un 20 %. Esta tendencia parece estar motivada, en parte, por el rechazo a los aranceles impuestos por EE. UU. y comentarios polémicos del presidente Trump.
A nivel económico, el impacto es contundente: se estima que EE. UU. dejará de percibir 12.500 millones de dólares en ingresos por turismo internacional este año, pasando de 181.000 millones en 2024 a menos de 169.000 millones en 2025. Esto representaría un descenso del 22,5 % respecto a los niveles prepandemia de 2019.
Geoff Freeman, director ejecutivo de la Asociación de Viajes de Estados Unidos, advierte que el país se enfrenta a una crisis de imagen. “A la gente le preocupa ser registrada, rechazada o deportada, incluso, antes de entrar. Y hasta ahora, no hemos hecho nada para cambiar esa percepción”, afirmó al diario neoyorkino.
Freeman insiste en que se requiere una estrategia nacional de promoción turística antes de que el daño sea irreversible. Con eventos globales en el horizonte, como el 250.º aniversario de la independencia en 2026, el Mundial de la FIFA y los Juegos Olímpicos de 2028, el país tiene una oportunidad única para reposicionarse. Pero, según él, eso solo será posible si se establecen metas claras de atracción de visitantes y un plan para alcanzarlas.
Mientras tanto, el mercado interno también muestra señales de enfriamiento: los estadounidenses están recortando gastos en viajes ante la incertidumbre económica. Aunque los destinos nacionales han ganado terreno, el sector en general se mantiene en alerta ante un verano que ya no promete ser tan cálido para el turismo como se esperaba.