Hispanic News Agency (HINA)
Serán dos pollos Feliz. Uno frente al otro. Pico con pico. Y, al parecer, ninguno quiere cambiarse el nombre.
La próxima apertura de un restaurante de la cadena “Pollo Feliz”, a la sombra del Arco de La Villita, calentará la pelea de pollos en el barrio donde desde hace 18 años opera “El Pollo Feliz”, ubicado frente a lo que sería el nuevo negocio.
El recién llegado se asentó en el 3120 W. de la 26th, en el local que perteneció al clausurado restaurante Dos Laredos. Al cruzar la calle, dentro de un centro comercial (mall) opera El Pollo Feliz, poniendo por delante el artículo “El”.
Pollo Feliz acaba de posarse en La Villita con una historia que se remonta a 1975 en Sinaloa, México, cuando un pequeño restaurante abrió sus puertas ofreciendo pollos asados al carbón. Según cuenta en su página electrónica, para 1980 nace la marca Pollo Feliz (sin el artículo “El”) que tuvo un impetuoso crecimiento convirtiéndose en una reconocida cadena de restaurantes de pollo, alcanzando presencia en 167 ciudades mexicanas, con más de 500 sucursales en el 2000.
Un año después cruza felizmente la frontera y se establece en Tucson, Arizona. En 2007 toma a Houston como ciudad sede para continuar su expansión por Estados Unidos. Para el 2010 contaba con 650 sucursales en México y Estados Unidos. De cualquier manera, el nuevo huésped se suma a los alrededor de 100 restaurantes que existen en el barrio, muchos de ellos también ofrecen pollos y carnes al carbón, inclui do El Pollo Bravo, que se estableció hace unos nueve meses en el 4147 W. 26th.
Al parecer, la existencia de dos nombres casi idénticos, solo diferenciados por un artículo, no tiene nada felices a sus representantes, y probablemente la batalla no sea tanto por el consumidor, sino en las arenas de Marca Registrada, o Trademark. Mientras los dos pollos Feliz se miran de reojo, a 0.8 millas de distancia, al oeste de la misma calle 26t, El Pollo Bravo sigue vendiéndose como “El Mejor Pollo Asado al Carbón en Chicago”, según reza debajo de su logo.