Redacción Negocios Now
El dólar estadounidense ha sido históricamente la moneda dominante en el comercio global, pero en los últimos años, algunos países han comenzado a reducir su dependencia de esta divisa en favor de sus monedas locales. De acuerdo con despachos de prensa, esta tendencia busca fortalecer sus economías y minimizar la influencia financiera de Estados Unidos, país que se ha beneficiado durante décadas de la preeminencia del dólar como moneda de reserva y medio de intercambio.
Según el Council on Foreign Relations, el dólar sigue siendo la divisa más utilizada en las reservas internacionales y en el comercio global. Su hegemonía facilita que Estados Unidos acceda a financiamiento con mayor facilidad y amplifica el impacto de las sanciones económicas que impone a otros países.
Sin embargo, un grupo de países pertenecientes a la Comunidad de Estados Independientes (CEI), conformada por antiguas repúblicas soviéticas, ha decidido reducir su uso del dólar en las transacciones internacionales. Entre ellos se encuentran Rusia, Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Turkmenistán y Uzbekistán. Anteriormente, Georgia y Ucrania también formaban parte de esta organización, pero la última abandonó oficialmente en 2018.
Aunque la medida podría parecer un cambio radical, en la práctica su impacto inmediato es limitado. De acuerdo con el medio Cronista, los países del CEI ya realizaban el 85 % de sus intercambios transfronterizos utilizando sus propias monedas.
Rusia impulsa la desdolarización
El impulso a esta estrategia cobró fuerza en 2023, con Rusia liderando la transición hacia pagos en monedas nacionales. Desde 2022, el país ha enfrentado múltiples sanciones económicas por parte de Occidente, lo que ha incentivado su búsqueda de alternativas financieras.
Durante una reunión de la CEI en San Petersburgo ese mismo año, el presidente ruso, Vladímir Putin, expresó su compromiso con esta iniciativa. “Rusia continuará trabajando con sus socios de la Comunidad en aras de un tránsito cada vez más activo a los pagos mutuos en divisas nacionales”, afirmó. Además, sostuvo que esta medida fortalecería la soberanía económica y financiera de los países que la implementen.
Consecuencias globales
El alejamiento de estas naciones del dólar ha generado efectos en la economía mundial. Como señala Cronista, una menor demanda de la divisa estadounidense puede debilitar su valor y reducir la influencia de Estados Unidos en los mercados internacionales.
Aunque el dólar sigue siendo la moneda dominante a nivel global, la tendencia hacia la “desdolarización” plantea un escenario en el que otros actores buscan mayor autonomía financiera. El impacto a largo plazo dependerá de la adopción de esta estrategia por parte de más países y de la respuesta de la economía estadounidense a estos cambios.