La semana pasada inició con una fuerte declaración del presidente Donald Trump, quien aseguró ser la máxima autoridad para decidir el fin del distanciamiento social y la reapertura del país. El jueves 16 los gobernadores de Illinois y seis estados anunciaron la integración de una coalición del Medio Oeste para valorar el momento de levantar las restricciones y reabrir la economía en su región.
En Illinois el gobernador J.B. Pritzker mantuvo su optimismo en la semana por el “doblaje de la curva” epidemiológica de coronavirus, aún cuando el jueves y sábado se alcanzó el máximo número de muertes desde que inició el brote, con 125 cada día. El mandatario estatal dijo que hay signos de que los contagios han alcanzado un freno, y existe “una especie de nivelación”.
Durante la semana pasada se superaron las 7,000 pruebas diarias de COVID-19, llegó el primer vuelo de suministro de respiradores fabricados por la armadora General Motors, y el condado de Cook, el más afectado por la pandemia, distribuyó 240,000 máscaras faciales a los socorristas suburbanos.
En Chicago la alcaldesa Lori Lightfoot mostró también optimismo por los datos, que sugieren que el contagio del virus se desaceleró en la ciudad como resultado de la orden de quedarse en casa de Pritzker, que entró en vigencia el 21 de marzo, así como el cierre de los parques cinco días después.
“Si se hubiera mantenido en su trayectoria anterior, la ciudad podría haber visto hasta 62,464 casos de coronavirus y 2,000 muertes por coronavirus”, aseguró. Los datos continúan mostrando que los negros de Chicago mueren a un ritmo alarmantemente más alto que todos los demás grupos, aunque se difundió que la oficina del médico forense del condado de Cook identificó erróneamente a muchos latinos como blancos.
Los demócratas de Illinois presionan a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) para que recopilen datos raciales sobre las muertes por COVID-19. Mientras, en la cárcel del condado de Cook, ubicada en Chicago, el contagio superó los 50 reos, y casi 40 niños inmigrantes dieron positivo en refugios de Chicago.
Las empresas en Chicago se enfrentan a la negativa de las aseguradoras a responder a sus reclamos de garantía por daños debido al brote de coronavirus, las cuales argumentan que no es una causa asegurable. Los dueños de los negocios consideran inmoral el argumento y esperan que el seguro por interrupción de negocios cubra sus pérdidas.
