La pandemia de Covid-19 aún no termina, pero la nueva normalidad se impone con un cambio de hábitos y modificaciones en la forma de hacer negocios. En este escenario, las empresas requieren de apoyo, motivación y disciplina para seguir enfrentando las consecuencias del virus en la economía.
El Instituto de Gestión Aplicada de Negocios (IGAN), una plataforma virtual de educación ejecutiva, ofrece 10 consejos que los emprendedores pueden seguir para mantener y hacer crecer sus empresas en las actuales condiciones.
Los dos primeros son acercarse al consumidor final y al proveedor inicial. El empresario debe buscar que haya el menor número de intermediarios posible para llegar a su cliente, a fin de agilizar el proceso de compra y obtener mejores precios al surtirse de mercancías directamente con el fabricante.
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El tercer consejo es el desarrollo en e-commerce: vender por plataformas como Mercado Libre, Amazon, Linio, Walmart en línea, entre otras, es una nueva tendencia muy útil para agilizar la promoción de productos.
Como cuarto, IGAN recomienda congelar las deudas para mantener la clientela. “No dejes de vender, es importante que sigas movilizando tus productos, si algún comprador frecuente te debe dinero puedes seguirle vendiendo con pagos de contado y dejar la deuda a saldar para otro momento”.
También abrir canales y, si es posible, exportar. Afirma que el actual manejo de la economía de Estados Unidos permite encontrar compradores potenciales.
El sexto consejo es mantener la reducción de gastos lo más posible hasta asegurar la entrada de ingresos nuevamente.
En séptimo lugar, lograr un crecimiento de la empresa motivando a los empleados a trabajar bajo bonos de productividad o recibir mayores sueldos mensuales, de acuerdo con las mejorAS del negocio. Además, buscar nuevas ofertas de proveedores, que permite distinguir las que mejor convengan.
La venta y compra a consignación, facilita contar con un inventario, listo aunque no facturado, evitando pesados cargos cada mes. Y el décimo es modificar comisiones, que puede ser negativo para el vendedor pero de beneficio a mediano y largo plazo, agilizando compras sin dañarlas por intereses personales.