Por Migdalis Pérez
El hecho de que Ariel Investment tenga entre sus objetivos mejorar las desigualdades de las minorías en Estados Unidos, «con metas grandes y productivas para el progreso de la gente como nosotros», fue lo que hizo que Carlos Calderón se uniera en 2021 a esa compañía global de gestión de activos con sede en Chicago.
«En mi carrera, he tenido la oportunidad de trabajar en empresas como Morgan Stanley, BNY Mellon y State Street, o sea, empresas con este tipo de trabajo, pero mucho más grandes a nivel mundial. Todas fueron experiencias muy importantes y buenas, pero, realmente, Ariel se siente muy diferente», puntualizó el Chief Financial Officer (CFO).
En su opinión, esa diferencia se sustenta en dos cuestiones principales: la primera, que «Ariel es una voz muy alta en inversiones de ESG, un término que se usa para determinar que las empresas tienen implementados en su estrategia unos valores de concienciación ambiental, social y de gobernanza para su funcionamiento».
La segunda, que «Ariel Investment es el primer administrador de capital e inversiones en EE. UU. con fundadores afroamericanos. Específicamente, subrayó, tenemos dos CEOs: John W. Rogers Jr., que es el fundador, y Mellody Hobson, quien es la mayor accionista».
Realmente, hay orgullo por trabajar en una empresa con tales características. Él mismo forma parte de una minoría, ya que nació en Ecuador y, aunque llegó a Estados Unidos a la corta edad de tres años, comprende muy bien la necesidad de abogar por la diversidad, apoyando a los pequeños negocios minoritarios.
«Nosotros creemos que la diversidad tiene ventajas desde varios puntos de vista, y el sector privado puede desempeñar un papel de liderazgo a la hora de confrontar problemas sociales, como la desigualdad», puntualizó el también graduado de Administración de Empresas en la Escuela Isenberg de la Universidad de Massachusetts Amherst.
Enfocada en inversiones públicas y privadas, Ariel Investment tiene oficinas en Chicago, Manhattan, San Francisco y Australia. «Manejamos cerca de 17 mil millones de dólares para nuestros clientes, y nuestros productos, los públicos, se enfocan en empresas domésticas de tamaño pequeño a mediano», detalló Calderón.
En cuanto a la iniciativa Ariel Alternatives, explicó que se trata de un proyecto de 1,4 mil millones de dólares para invertir en negocios cuyos dueños son de origen diverso o negocios con potencial de convertirse en minoritarios. En este sentido, ejemplificó con Sorenson Communications, proveedor principal de servicios en EE. UU. para gente sorda o con problemas de audición.
«Ese fue un logro muy grande para nosotros, explicó, pues la transacción fue de 1,3 mil millones de dólares y compramos el 52,5 % de las acciones. La empresa tenía un equipo de 35 C-suite managers. Entonces, entre esos 35, antes de que la compráramos, había dos personas de diversidad. Dos. Seis meses después, ya eran 29. [Así], remarcó, Sorenson se volvió una empresa de minorías».
Calderón resaltó la importancia de esa iniciativa, porque «las empresas Fortune 500, las más grandes y globales, quieren ayudar a la gente que son minorías, pero sienten que hay pocas opciones para hacerlo. Entonces, nosotros tenemos una solución para crear negocios con dueños diversos; [negocios] que esas empresas pueden usar como sus proveedores».
Con respecto al enfoque actual de la firma, dijo que «Ariel se juntó con otra empresa aquí, en Chicago, Russell Reynolds, que ha acuñado el término de las 3P: People, Purchasing, and Philanthropy. Eso es lo que le contestan a una empresa que esté buscando solución para ayudar a la comunidad hispana o afroamericana a largo plazo».
Entonces, añadió, nuestro «enfoque está en la tercera parte, purchasing. Estamos educando y buscando cómo negocios de hispanos o afroamericanos pueden convertirse en proveedores de Fortune 500. Hemos aprendido que no sólo necesitan acceso a capital; [también] han tenido muchos challenges para buscar clientes».
El CFO de Ariel Investment ejemplificó con un estudio del Consejo Nacional de Desarrollo de Proveedores Minoritarios, que encontró que la participación de empresas Fortune 500 en negocios de minorías es de sólo un 2 %.
«Significa que hay una empresa que gasta, digamos, $100 dólares, y de esos $100, sólo dos van para proveedores de minorías. Eso es demasiado bajo. La gente hispana y afroamericana representan una porción mucho más grande de la población». Por tanto, refirió, «eso demuestra que hay algo mal».
Para cambiar ese panorama, indicó que, en Ariel, el objetivo es utilizar «de un 10 a un 15 % de proveedores propiedad de minorías. Una meta que no sólo le decimos a otros, sino que también la queremos para nosotros mismos». En este sentido, concluyó, «uno tiene que ser muy intencional para lograr un cambio así».