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Dr. Daniel Benatar: “Peor que el Ebola”

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En entrevista, el Director de Cardiología No Invasiva de Mount Sinai Group explica los síntomas de las enfermedades cardíacas y las claves para reducir su riesgo

 Por Víctor R. Pérez

 El enemigo número uno de los Estados Unidos no es el ébola, ni el terrorismo, asegura el Dr. Daniel Benatar, director de Cardiología No Invasiva de Mount Sinai Group.

“La comida rápida es la principal amenaza contra Estados Unidos”, dice, en entrevista con Negocios Now.

“¿Sabe usted cuánto se necesita caminar para quemar todas las calorías de una orden de papas fritas?”, argumenta. “Dos horas y media”.

Y cuando se completa la orden con una hamburguesa y una gaseosa “no hay tiempo suficiente en el día para quemar todas las calorías de esa basura”, agrega.

La mala alimentación y la falta de ejercicio provocan las enfermedades cardiacas, como la arteriosclerosis, consideradas por la American Heart Association como el asesino número uno de vidas en EEUU. Y los latinos tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares debido a la presión alta, obesidad y la diabetes.

La arteriosclerosis, por ejemplo, es el endurecimiento de las arterias, lo cual aumenta el riesgo de sufrir un infarto cardíaco o una embolia. De acuerdo con médicos, consumir la comida rápida en exceso aumenta el riesgo de arteriosclerosis.

“La comida rápida contiene tantos óxidos que inflama las arterias y las daña”, explica el Dr. Benatar.

Los latinos y los afroamericanos tienen más posibilidades de contraer las enfermedades del corazón y la diabetes que la población de raza blanca, según estudios.

“Una persona diabética es considerada como un paciente pre-cardíaco, un paciente de alto riesgo”, señala el Dr. Benatar.

Los primeros síntomas

Las primeras señales de las enfermedades cardíacas ? dolor de pecho y un cansancio repentino ? pueden tardar entre diez y 20  años en aparecer, típicamente alrededor de los 45 años, apuntó el galeno.

“Se trata de un dolor intenso en el centro del pecho; y el cansancio repentino es la dificultad para realizar actividades, como la jardinería, que antes el paciente hacía sin tanto esfuerzo”, explica el Dr. Benatar   

En su experiencia profesional en Chicago, el Dr. Benatar ha visto cómo los inmigrantes mexicanos son más propensos a desarrollar enfermedades del corazón.

“Como los hombres trabajan muchísimas horas para proveer a su familia, ellos descuidan su alimentación comiendo a deshoras y comiendo cualquier cosa”, dice.

Mala alimentación y  gaseosas

Este ciclo de comer a deshoras y consumir comida chatarra da entrada a beber en exceso las bebidas gaseosas, lo cual es perjudicial para la salud, indica el galeno.  

“Muchos inmigrantes mexicanos consumen bebidas gaseosas porque están acostumbrados a hacerlo desde que estaban su país”, dice el Dr. Benatar.

México no sólo supera a EEUU en el consumo per cápita de refrescos de cola, sino que también al resto del mundo, según un reciente estudio de la Universidad de Yale. Cada año, los mexicanos consumen 163 litros (43 galones) de gaseosa contra los 118 litros (31 galones) de los estadounidenses, indica el estudio realizado por el Centro Rudd de Yale especializado en alimentos y obesidad.

El consumo de refrescos entre ambos países es desproporcionado cuando se toma en cuenta que México tiene 120 millones de habitantes comparado con los 318 millones de EEUU.  

En EEUU, las gaseosas contienen azúcar refinada que perjudica particularmente a los inmigrantes mexicanos de sangre mestiza e indígena por predisposición genética, indica el galeno. Varias de las consecuencias de esto son un mayor riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiacas.

En México, donde el 60 por ciento de la población es mestiza y el 30 es indígena, refrescos como Coca-Cola son elaborados con azúcar no refinada, a diferencia de la Coca-Cola en EEUU.

“Durante 500 años los mexicanos jamás estuvieron expuestos al azúcar refinada. Entonces, cuando llegan acá (EEUU) y la consumen, su organismo tiene que trabajar más para procesarla”, señala el Dr. Benatar.   

70% dieta balanceada, 30% ejercicio

Si bien los síntomas de las enfermedades cardiacas por lo general se manifiestan en la edad madura, la campaña Let’s Move! (¡A moverse!), de la primera dama de EEUU Michelle Obama, busca combatirlas desde temprana edad al reducir la obesidad mediante el ejercicio.

En EEUU la tasa de obesidad infantil se ha disparado al triple en los últimos 30 años, particularmente entre los niños afroamericanos y latinos.  Pero son los niños latinos quienes están engordando a un ritmo más rápido que sus contrapartes de otras etnias: casi dos de cada cinco niños latinos entre 2 y 19 años tienen sobrepeso u obesidad, según datos federales.  

El programa Let’s Move! “es bueno”, dice el Dr. Benatar, “pero el ejercicio no es suficiente”. La clave para mantenerse sano es 70 por ciento dieta y 30 por ciento ejercicio, asegura.

“Hay que comer cuando uno tiene hambre, pero hay que comer en porciones pequeñas. Y entre comidas un buen snack puede ser frutas y nueces, por ejemplo”, recomienda.

Uno de los grandes mitos entre los latinos en Chicago que el Dr. Benatar ha encontrado es que caminar equivale a hacer ejercicio.

“Cuando les pregunto a mis pacientes si hacen ejercicio, algunos me dicen que le dan dos vueltas al parque. Caminar es mejor que estar en el sofá, pero no es ejercicio”, explica.

“Hay que correr, trotar, o nadar 30 minutos, tres veces a la semana para mantenerse sano”, dijo aclarando que tampoco hay que extralimitarse, pues lo más importante es llevar una dieta balanceada.

Presión arterial, colesterol y azúcar son las claves

Para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, el Dr. Benatar recomienda visitar al médico por lo menos una vez al año, una práctica que dista de ser común entre los latinos, comenta.  “Una visita breve es suficiente”, dice.

En estas visitas es imperativo hacerse revisar la presión arterial, y los niveles de colesterol  y azúcar.  “Son pruebas sencillas que pueden hacerse en el mismo consultorio médico”, señala.

Explicó que Mount Sinai Group ofrece este tipo de pruebas a bajo precio y que las medicinas para controlarlas pueden costar  4 dólares al mes.

“Se trata de medicamento genérico. Contrario a lo que pasa en algunos países de América Latina, en Estados Unidos hay un estricto control de calidad sobre las medicinas genéricas”, detalló.

El Dr. Benatar recomienda a sus pacientes invertir en la salud de ellos, pues a medida en que  inviertan en ella, ellos serán más productivos en su trabajo y sostener a sus familias durante más tiempo.

“Así como uno invierte en un fondo de retiro 41K, uno tiene que cuidar su alimentación y hacer ejercicio, y visitar una vez al médico”, puntualiza