Redacción Negocios Now
La comunidad latina es el segmento de más rápido crecimiento de la economía estadounidense, sin embargo, las familias latinas todavía enfrentan barreras culturales, lingüísticas y estructurales para acceder al sistema financiero, asegura un estudio de Urban Institute.
Estas barreras crean desafíos para los consumidores latinos que navegan por un sistema financiero complejo y confuso, en particular los recién llegados a Estados Unidos, quienes manifiestan niveles más bajos de confianza hacia los proveedores de servicios financieros.
El análisis indica que las comunidades latinas tienen diferentes comportamientos, experiencias y sentimientos financieros, dependiendo de su nivel de ingresos, duración de su estadía en el país, el nivel de aculturación y estatus migratorio.
Muchos latinos todavía están excluidos del sistema financiero, y desconfían de acceder a productos y servicios financieros por diferentes razones, dice.
Dependiendo de su origen, muestran diferentes tipos de confianza hacia el sistema financiero, y sus características individuales pueden influir en las barreras, los sentimientos, las experiencias, así como en ese nivel de confianza, precisa.
En el caso de los latinos indocumentados, enfrentan barreras únicas para la inclusión financiera, como el tener que cumplir altos requisitos de identificación para abrir una cuenta. Además, el racismo sigue siendo un problema para la comunidad latina.
“Muchos de sus integrantes han declarado haber sufrido microagresiones y otras formas de discriminación por raza o que conocen a personas que tuvieron ese tipo de experiencias”, destaca.
Otro elemento son los ingresos, que desempeñan un papel en las conductas de ahorro de los latinos e influyen en su capacidad para ahorrar y planificar para el futuro. Tambien determinan cómo ven el bienestar financiero y si están preparados para gastos imprevistos.
Los latinos tienen desconfianza en las propias instituciones bancarias, desconfianza en el trato que recibirán de las entidades y en el uso de productos bancarios en lugar de depender de la gestión del efectivo en casa.
El estudio de Urban Institute recomienda a entidades financieras públicas y privadas implementar cambios para ganarse la confianza de las comunidades latinas, por ejemplo, ampliando los servicios en español y, al mismo tiempo, incorporando precisión cultural para hacerlos sentir más seguros.
Además, diversificar la raza/etnicidad del personal en todos los niveles dentro de las organizaciones, incorporar programas enfocados culturalmente, tener horarios de operación flexibles y sucursales disponibles en las comunidades latinas, y crear asociaciones con organizaciones comunitarias que se dedican a ayudar a las familias latinas.
En general, las instituciones financieras deben esforzarse por crear estrategias de extensión adaptadas y específicas para diferentes grupos de latinos, agrega. También podrían centrarse en diseñar productos y servicios financieros que satisfagan específicamente las necesidades de los consumidores latinos.
Debería haber más información sobre redes financieras y oportunidades para aumentar la educación financiera para las comunidades latinas, pero estas políticas requieren combinarse con políticas que eliminen las barreras sistémicas para que sean más efectivas.