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Ba’chira para el alma

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Médico y emprendedor mexicano, Adrian Verdín crea un vino y lo bautiza como Ba’chira,(hermano,en lengua Tarahumara,) en honor a su mejor amigo, Rodolfo Medina, quien es hoy el presidente de Self-Help Credit Union, en La Villita.

Flavia Rodríguez

Tal es el concepto de la amistad del médico mexicano Adrian Verdín, que cuando creó un vino en su natal Chihuahua, el nombre cayó por su propio peso.

Ba’chira como Verdin bautizó a su vino fabricado con 50% de uvas cabernet sauvignon y 50% syrah, asi como a un mono barietal MALBEC; significa hermano en lengua tarahumara, un nombre en honor a su mejor amigo, Rodolfo Medina, residente en Chicago y quien  lo ayudó a financiar su carrera de medicina.

  Este emprendedor vitivinícola es también un hombre agradecido con la vida. Luego de estar en la primera fila de profesionales que atendieron la pandemia de coronavirus en Chihuahua, Mexico, promueve ahora la solidaridad humana a través de un vino.

Adrián Verdín, muestra una botella de vino Ba’chira

  La bebida tiene una producción limitada porque él y Rodolfo, (ahora su socio empresarial), no buscan sólo la comercialización de un producto sino la difusión de un mensaje de amistad y hermandad que llegue a los corazones de los consumidores latinos, explicó el Dr. Verdín en entrevista con Negocios Now.

  En este objetivo, el diseño de la botella es importante,  dijo. La etiqueta lleva una pintura con símbolos de Chihuahua donde destacan dos nativos tarahumaras,  la mayor etnia originaria del estado, conocidos también como rarámuris, que significa corredores a pie, o pies ligeros,y una pequeña leyenda sobre su origen. La etiqueta frontal fue pintada a mano, por la reconocida artista Chihuahuense Alejandra Osollo.

La botella cuenta tambien con una etiqueta posterior, donde se aprecia un paisaje, con viñedos y barricas de la sierra Tarahumara, dicha pintura fue realizada en acuarela, por otro pintor reconocido, de nombre Carlos Reyes Nogueira, Tambien de Chihuahua.

   Los dos rarámuris y el nombre del vino guardan una historia que relató emocionado: “Rodolfo me ayudaba cuando éramos jóvenes a venir a Chicago a trabajar para juntar dinero y regresar a México a estudiar. No sabía cómo agradecérselo y elaboré este vino que se llama “hermano”, porque a él, yo así lo considero”.

Su amigo Rodolfo, quien ya vivía en Chicago, también enfrentaba dificultades para trabajar y estudiar al mismo tiempo, aún así ayudaba a Adrián, cuándo viajaba con poco dinero, dos y hasta tres veces al año, en busca de empleo para financiar sus estudios.

Adrian Verdin Zendejas, trabajo en Chicago como cocinero, mesero y lavaplatos, algunos de los lugares fueron en taqueria Atotonilco, Maxwell hot dogs, 500 naciones, café el Tapatio, entre otros.

Rudy (izq) y Adrián durante su epoca universitaria

Se graduó en México de médico en 2002, y obtuvo dos especialidades, como anestesiólogo e intensivista (terapia intensiva). Durante la pandemia de COVID-19, trabajó sin descanso en hospitales públicos y privados para salvar vidas, lo que lo convirtió en un líder en su comunidad.

“Ahora la gente en Chihuahua dice ‘es el vino del doctor, hay que apoyarlo’, y lo compran. El verdadero objetivo, es trasmitir este mensaje de agradecimiento a otros, y que seamos mejores seres humanos”, comentó.

El vino se comercializa desde el 2020 y solo se producen al año 300 botellas. El doctor y hoy empresario describió a Ba’chira como “un vino joven, nada sofisticado, con sabor agradable, un poco a los eucaliptos que hay alrededor de los viñedos. Es una mezcla de dos uvas que pasa un año en barricas de roble francés”. Y recientemente estan produciendo un Malbec delicioso, en colaboración con la comunidad Lebaron, en Casas Grandes , Chihuahua.

Debido a que Chicago es también un símbolo en esa hermandad, el médico y empresario promueve Ba’chira en esta ciudad. A la fecha, el Dr. Verdín se encuentra en conversaciones con algunas compañías exportadoras, y se propone que llegue a restaurantes latinos.

El compromiso es mantener el vino a precio accesible, ya que la intención no es hacer negocio sino llevar un mensaje con el que se identifique la comunidad, que incluye el recuerdo para los latinos y sus descendientes de una historia común de  migración y duro trabajo que hay en Chicago.

“Cuando prueben Ba’chira que sepan que en esta ciudad, alguien batalló como ellos, y tambien que los sueños se cumplen. Tal vez es insignificante una botella de vino, pero en algún momento puede hacer que te sientas bien”, añadió.

No obstante, el mensaje principal, aclaró, es de solidaridad y agradecimiento, “queremos transmitirles que la ayuda recibida puede otorgarse a otros, y que sepan lo importante que es tener un ba’chira, un hermano o amigo, que en un momento de tu vida te ayude”.

También, por qué no, el sueño del médico vitivinicultor es que el Ba’chira se convierta en un vino exitoso. “Si al final de nuestras vidas, cuando ya estemos viejitos, Rodolfo y yo, no pudiéramos trabajar en lo que hoy trabajamos, pues sería muy divertido poder dedicarnos de lleno a la comercialización del vino”,

Verdin se despidió con la frase “Todo lo que intensamente soñamos, irremediablemente sucedera”.NN