Redacción Negocios Now
Las muertes por sobredosis de opioides casi han triplicado su número de 2015 a 2023, indica un estudio del Urban Institute (UI) que identifica al Medicaid como el “salvavidas importante en esta epidemia” y desmiente que la inmigración esté ligada al ingreso de fentanilo a Estados Unidos.
El análisis advierte que la gravedad del tema de los opioides requiere con urgencia información precisa e intervenciones efectivas. Destaca como solución a la mano el sistema Medicaid, “que brinda un tratamiento crucial a millones de estadounidenses con trastorno por consumo de opioides”.
Sin embargo, dice, debates políticos sobre esta alternativa de atención a la salud y la desinformación, “que vincula falsamente la inmigración con la crisis del fentanilo, perpetúan narrativas dañinas e inexactas sobre Medicaid, amenazan el apoyo del programa, desvían atención y fondos de soluciones efectivas”.
El estudio desmiente que exista un vínculo entre la inmigración y la crisis del fentanilo. “Los datos muestran que los ciudadanos estadounidenses son los más propensos a traer fentanilo a Estados Unidos, no los inmigrantes que cruzan la frontera ilegalmente, como algunos han afirmado erróneamente”.
En 2023, más del 86 % de las personas condenadas por tráfico de fentanilo eran ciudadanos estadounidenses, asegura. “Por el contrario, quienes buscan asilo en el país a menudo huyen de la violencia, extorsión y persecución, generadas en particular por los cárteles de la droga en México y América Central”.
Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, el 83.3 % del fentanilo incautado en la frontera sur en 2022 se encontró en vehículos que pasaban legalmente por los puertos de entrada, y la vía más común de transportar opioides ilícitos es a través del sistema interestatal con vehículos propios o alquilados.
Detener el fentanilo en la frontera sur es difícil, porque la cantidad que se ingresa es muy pequeña en relación con el volumen de productos importados legalmente. Por ejemplo, en 2021, se consumieron menos de 10 toneladas de fentanilo ilícito, lo que es 100,000 veces menos que las toneladas de aguacate importadas ese año.
La droga ingresa al país en formas cada vez más difíciles de interceptar, como el correo internacional y los envíos exprés, o el permiso de envío de artículos pequeños desde el extranjero sin inspecciones. Menos del 1 % de los paquetes internacionales sospechosos de contener sustancias ilegales son interceptados.
El fentanilo puede ser mortal cuando se consume, incluso, en pequeñas cantidades, pues un kilogramo de la sustancia produce 415,000 pastillas de opioides. Es casi 30 veces más potente que la heroína y 60 veces más potente que la morfina, y sus análogos pueden ser hasta 10,000 veces más potentes.
Los esfuerzos para interceptar dosis letales de fentanilo y sus análogos no son suficientes para detener las muertes por sobredosis y deben ser parte de una estrategia más amplia que enfatice la prevención, el tratamiento y las reformas regulatorias en los sistemas de atención médica y de justicia penal, dice.
Para romper de manera significativa el ciclo de la adicción y reducir las muertes por sobredosis, también es necesario mantener y ampliar Medicaid para garantizar que más personas reciban atención que les salve la vida, advierte el reporte del UI.
El estudio rechaza la afirmación de que las muertes relacionadas con opioides son inevitables. Al respecto, indica que existe un tratamiento farmacológico altamente efectivo, que salva vidas al reducir los riesgos de sobredosis, y cuya cobertura es obligatoria en todos los programas estatales de Medicaid.
En 2021, el 72.2 % de los millones de adultos que tuvieron un problema de consumo de sustancias estaban en recuperación o se habían recuperado. Medicaid atendió al 80 % de los inscritos que requirieron tratamiento por opioides, más de la mitad cubiertos por las ampliaciones a nivel estatal, precisa,
“Medicaid, incluidas las ampliaciones estatales, es fundamental para que más de un millón de personas que lo necesitan reciban tratamiento farmacológico”, añade el análisis. Estima que este año al menos 1,5 millones reciben ese tratamiento al trastorno por consumo de opioides que les salva la vida.
No obstante, Medicaid enfrenta reducción de su financiación, la discusión sobre una posible derogación de su expansión, y el proyecto para 2025 de un recorte de recursos del 53.7 %. “Cerca de 800,000 de los 1,5 millones que reciben tratamiento por consumo de opioides podrían perder su acceso”, destaca.
“Esto puede tener consecuencias nefastas: las personas con trastorno por consumo de opioides que no reciben tratamiento tienen ocho veces más probabilidades de morir de una sobredosis que las que reciben tratamiento con medicamentos”, insiste.
El estudio de Urban Institute advierte que disminuir Medicaid podría exacerbar la crisis actual y provocar miles de muertes más, lo que supondría una carga aún más pesada para las familias y las comunidades, los gobiernos estatales y locales, y los proveedores de atención médica.