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Aumentan los hogares multi-generacionales

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Por primera vez, en más de 160 años, aumentó el número de personas habitando un hogar promedio de los Estados Unidos ( a partir del 2010) particularmente por el regreso de jóvenes adultos a los hogares de sus padres, y hogares compartidos de inmigrantes, asegura un análisis de la Oficina del Censo.

El reporte precisa que a lo largo de la historia de la nación, se ha registrado una disminución lenta pero constante en el tamaño del hogar promedio estadounidense. De 5.79 personas por hogar en 1790 a 2.58 en 2010. No obstante, desde hace diez años la tendencia empezó a revertirse, también lentamente.

Los datos recientes precisan que el número de personas que residen en los mismos hogares ha crecido un 6%, desde 2010, mientras que el número de hogares aumentó a un ritmo más lento de 4%, al pasar de 116.7 millones en 2010 a 121.5 millones en 2018.

El probable repunte de esta década en el número promedio de los habitantes de los hogares refleja varias tendencias demográficas, asegura el diagnóstico del censo. Una proporción cada vez mayor de la población reside en hogares familiares multi-generacionales, en promedio con dos miembros más, en parte como reflejo de la creciente diversidad racial y étnica del país.

“Las poblaciones asiáticas, negras e hispanas tienen más probabilidades de vivir en este tipo de hogares compartidos que los blancos no hispanos. En 2019, el 20% de los hogares eran compartidos, frente al 12% en 1980”, precisa.

La otra parte del fenómeno, agrega, es que más estadounidenses a raíz de la Gran Recesión se “duplicaron” en viviendas compartidas, es decir, con la presencia de un “adulto adicional” en el hogar, que podría ser un hijo adulto o uno de los padres del jefe de familia, o simplemente un compañero de habitación o huésped en el hogar.

El cambio es más evidente en adultos mayores de 35 años. Por ejemplo, en 2017, el 67% de las personas de 35 a 54 años vivía en un hogar con tres o más personas, tendencia que se empezó a registrar en el 2010. Un aumento similar en los hogares de tres o más es evidente entre los 55 a 64 años de edad.

Actualmente existe una disposición ampliamente observada de los adultos jóvenes a residir con sus padres, lo que  demuestra los beneficios económicos de los hogares más grandes, debido a que los miembros adicionales trabajan y contribuyen a los ingresos del hogar.

El año pasado, solo el 6% de las familias que tenían al menos un hijo adulto de 25 a 34 años viviendo en el hogar estaban en la pobreza. La Oficina del Censo estima que la tasa de pobreza de estas familias habría sido mayor si los jóvenes adultos no fueran miembros del hogar.