Redacción Negocios Now
El Senado estadunidense aprobó un proyecto de ley para renovar la autoridad de la Administración Federal de Aviación (FAA) durante los próximos cinco años, así como para asignar un amplio presupuesto a mejorar la seguridad del sector, la protección de pasajeros y trabajadores e invertir en infraestructura aeroportuaria en todo el país.
La legislación deberá esperar la aprobación de la Cámara de Representantes antes de convertir en realidad sus propósitos, sin embargo, la propuesta de fortalecimiento de la FAA cuenta actualmente con un amplio apoyo bipartidista que logró agilizarla en la cámara alta antes de la fecha límite.
La legislación busca abordar la escasez de controladores de tráfico aéreo en Estados Unidos con directivas orientadas a ampliar la contratación y fortalecer la protección al consumidor para los reembolsos por cancelaciones y retrasos de vuelos, según indica el proyecto.
También establece la implementación de tecnología para reducir el riesgo de colisiones en las pistas, tras varios percances que han registrado las aerolíneas. El tema de seguridad en el transporte aéreo dio prioridad a esta iniciativa en el interés de los legisladores de ambos partidos, aunque no estuvo desprovisto de discusiones,
El proyecto de ley autorizaría más de $105,000 millones en fondos para la FAA, así como $738 millones para la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte para los años fiscales 2024 a 2028.
Entre sus disposiciones, la legislación aborda la escasez de controladores de tráfico aéreo en el país con directivas destinadas a ampliar la contratación. Destaca la implementación de tecnología para mejorar el tránsito de las naves en las pistas y reducir los riesgos de accidentes.
Debido a una fecha límite de fin de semana, el Senado votó por unanimidad para aprobar una extensión de siete días a los programas federales de aviación, una medida provisional que permitió darle salida a la propuesta de ley.
La decisión del Senado limitó a la Cámara de Representantes para la discusión de la ley, dejándole solo una semana para enviar el paquete legislativo al escritorio del presidente Joe Biden para su firma y promulgación.