Redacción Negocios Now
Amplios datos económicos ilustran una desaceleración en el crecimiento estadounidense durante la primera mitad del año, ligada tanto a la política de costos de endeudamiento más elevados durante más tiempo de la Reserva Federal como a los efectos de una inflación persistente, según un análisis de Bloomberg.
Entre esos datos destacan la disminución en el primer trimestre del gasto personal -el principal motor de la economía- de un 2 % al 1,5 % anual; descensos en pedidos y envíos de equipos empresariales, el mayor déficit comercial en dos años; debilidad del mercado laboral y caída de la compra de viviendas.
“La economía opera a baja velocidad después de un crecimiento por encima de la tendencia en el segundo semestre de 2023”, dijo a Bloomberg Bill Adams, economista jefe de Comerica Bank. “El PIB [Producto Interno Bruto] real se enfrió en el primer trimestre del año, y en el segundo trimestre, enfrentó debilidad continua en ventas minoristas y sector vivienda”.
Los datos analizados destacan que la política de la Reserva Federal, que ha mantenido las tasas de interés en el nivel más alto de las dos últimas décadas, está moderando la demanda al encarecer los préstamos para todo tipo de bienes, desde los de consumo hasta la compra de viviendas y equipos para empresas.
Las autoridades esperan que la moderación de la actividad económica frene aún más la inflación, dice. Otro informe analizado por Bloomberg ilustra el impacto de las tasas hipotecarias, en torno al 7 %, en el mercado de la vivienda. “Se desplomaron los contratos para viviendas de segunda mano hasta el nivel más bajo registrado desde 2001”.
Aunque se prevé que las cifras mensuales muestren un moderado repunte del gasto personal en mayo, las señales de tensión financiera sugieren un crecimiento más lento en los próximos meses, confirma el reporte firmado por Vince Golle.
“Los ingresos personales después de impuestos, ajustados a la inflación, aumentaron sólo un 1,5 % en el primer trimestre en comparación con el año anterior, el menor avance anual desde 2022”. Además, la demanda de mano de obra -principal fuente de crecimiento de ingresos- se está moderando.
Las solicitudes continuas de subsidios por desempleo, una aproximación al número de personas que reciben prestaciones por desempleo, subieron al nivel más alto desde 2021. Eso sugiere que los estadounidenses desempleados están tardando más en encontrar otro trabajo.
Las empresas también están sintiendo el impacto de los elevados costos de los préstamos. El valor de los pedidos de bienes de capital básicos, una aproximación a la inversión en equipos excluyendo aeronaves y hardware militar, igualó la mayor caída de este año, según cifras del Departamento de Comercio.
Los envíos de bienes de capital básicos, una cifra que se utiliza para ayudar a calcular la inversión en equipos, en el informe sobre el Producto Interno Bruto, disminuyeron un 0,5 %, la mayor cifra en tres meses, agrega el análisis de la agencia informativa.
Los productores nacionales también se enfrentan al reto de un dólar más fuerte, que presenta el riesgo de deprimir la demanda de exportaciones. La divisa estadounidense ha subido este año ante las expectativas de que la Reserva Federal mantenga las tasas de interés más altas durante más tiempo.
Los indicadores económicos muestran que el déficit comercial de mercancías aumentó hasta $100,600 millones en mayo, el mayor en dos años, por la caída de las exportaciones. Hay crecimiento en inventarios de mayoristas y minoristas, lo que ayudará a mitigar el impacto del mayor déficit comercial sobre el PIB del segundo trimestre, asegura.