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Alfonso “Al” Solís lucha por una construcción diversa

Desde los barrios humildes de Los Ángeles hasta las grandes obras públicas de California, Solís lidera una cruzada por la equidad en esta industria.

Por Migdalis Pérez

Alfonso “Al” Solís, director ejecutivo de la Asociación Nacional Hispana de Construcción de California (NHCA-CA, por sus siglas en inglés), ha encontrado su propósito: construir no solo obras físicas, sino oportunidades reales para los suyos.

Nacido en Los Ángeles e hijo de inmigrantes —su padre de Puebla, México, y su madre de Santa Tecla, El Salvador— pertenece a la primera generación de su familia nacida en Estados Unidos y, como cualquier descendiente de emigrados, desde pequeño, vio de cerca los sacrificios que conlleva buscar una vida mejor.

Mucho antes de convertirse en empresario y activista, entendió que la verdadera transformación social no ocurre por accidente, sino por decisión. Por eso, en 2019, justo antes de la pandemia de COVID-19, fundó la NHCA.

Los cimientos de la organización

Básicamente, tomó esa iniciativa porque detectó un vacío alarmante: “Había mucha representación latina en ingeniería, pero nada en construcción, y eso que el 70 % de la fuerza laboral en este sector en California es latina”, puntualiza. Desde entonces, su misión ha sido clara: ser la voz que faltaba.

“Cuando tuve esta oportunidad, relata, me puse a buscar de qué manera podíamos tener éxito en este ambiente. Me di cuenta de que había muchos retos, y de que el único modo de poder navegarlos era tener uno más agresivo. Entonces, comenzamos a representar a muchas compañías de minorías, manteniendo relaciones con personas de un nivel más alto”.

Fue así como Al empezó a construir puentes entre empresarios latinos, contratistas principales y agencias gubernamentales. “Siendo de una vecindad donde las oportunidades eran limitadas, también comencé a ayudar a los jóvenes que buscaban otros caminos”, puntualiza.

Los desafíos en el camino

Pero no todo ha sido fácil. La pandemia trajo consigo el aislamiento digital, que, según Al, ha erosionado las relaciones reales. “Las oportunidades en línea han dañado mucho la relación personal. ¿Cómo vas a tener una asociación con alguien si nunca lo has visto, ni le has dado la mano?”, se pregunta.

En el terreno de la contratación, el ejecutivo destaca que ha trabajado “con el condado de Los Ángeles (LA), la ciudad y el estado, y, en muchos casos, con programas que requieren, por ley, la participación de la comunidad”, es decir, “negocios que no tienen las ventajas que poseen las grandes empresas”.

Sin embargo, sostiene que continuar con esta labor es una batalla, pues “la actual Administración está tratando de eliminar ese movimiento, que se dio en los años 60 por la lucha a favor de los derechos civiles”.

A pesar de estos desafíos, y fiel a su misión, Al sigue organizando eventos, como Meet the Subs, en los que conecta a miembros de la NHCA con contratistas principales a fin de generar buenas oportunidades para su comunidad.

La ventaja de la industria

Eso sí: para él, esto no es un juego. “Si tú quieres ir a un banquete anual de lujo, recalca, mi organización no es para eso. Mi organización es para las cosas serias, y las cosas serias son el negocio”.

Precisamente, esa seriedad es lo que lo ha llevado a tener éxito como dueño de dos empresas: Performance Paving y Alpha Engineering Contractors. Grandes clientes privados —entre ellos, Waymo y Amtrak— han confiado en sus servicios, al igual que clientes del sector público, como la Metropolitan Transit Authority. En tanto, entre sus proyectos destacan los ejecutados en los estadios SoFi y Dodger, y en el arena Intuit Dome.

Convencido de que la rama de la construcción “va a ser mayormente manejada por el esfuerzo humano, y no mucho por la inteligencia artificial”, el ejecutivo finaliza diciendo que “hay que tomar ventaja de eso”, sobre todo, “porque el latino siempre ha tenido éxito en esta industria”.