Redacción Negocios Now
En Estados Unidos, los riesgos de ser víctima de un fraude son elevados y siguen creciendo. Se estima que a 141,5 millones de adultos, 42 %, les han robado dinero o información confidencial mediante fraude, de acuerdo al informe Fraud Watch Network, de AARP (la Asociación Estadunidense de Personas Jubiladas).
El reporte señala que los delincuentes actúan utilizando métodos de comunicación cotidianos, como mensajes de texto, llamadas telefónicas y redes sociales. Advierte que la mayoría de los estadounidenses corren un riesgo elevado de fraude al usar contraseñas iguales o similares en cuentas en línea.
También están expuestos al fraude quienes no usan una red privada virtual (VPN) cuando están en Wi-Fi público, participan en cuestionarios en redes sociales y descargan aplicaciones gratuitas, responden a mensajes de texto por correo electrónico o redes, y a llamadas telefónicas de personas que no conocen.
No obstante, el análisis asegura que cada vez son más las personas que están alerta sobre ese delito, “un 58 % de los adultos se preocupa por el fraude”, dice. También analiza la respuesta emocional y práctica de los adultos.
“Hoy en día más personas creen que el fraude le puede ocurrir a cualquiera, lo que supone un cambio de pensamiento con respecto a 2019, cuando se percibía a los adultos mayores como las principales víctimas, pero también refleja el mayor crecimiento del delito en los últimos años”, precisa.
El estudio de AARP mostró que la mayoría de los adultos actualiza el software operativo de sus dispositivos cuando se les solicita, lo que con frecuencia corrige vulnerabilidades conocidas, y usan autenticación multifactor en sus cuentas, que brinda una mayor protección contra el fraude.
La encuesta realizada para el análisis también encontró que la mayoría de los adultos estadounidenses son conscientes de que los delincuentes buscan convencer a sus objetivos de un asunto financiero urgente que puede abordarse mediante compras con tarjetas de regalo o convirtiendo efectivo en criptomonedas.
Sin embargo, el sondeo mostró que los afroestadounidenses son ligeramente menos propensos que otros adultos a mantenerse al tanto de estas tácticas, lo que se confirma en los informes de fraude que son mayores entre los adultos afros respecto a otros grupos raciales.
“Aunque es fundamental, la educación preventiva resulta insuficiente para salir de esta crisis. Debemos establecer un frente unificado para protegernos a nosotros mismos y a quienes nos importan mediante informes y recursos”, dijo Kathy Stokes, directora de programas de prevención de fraude de AARP.
El informe considera que durante demasiado tiempo se ha culpado a las víctimas de este delito y no a los criminales que lo cometen, lo que ayuda a quitarle prioridad a la persecución del fraude, así como a su crecimiento exponencial. “El desarrollo de la industria del fraude parece no tener límites”, precisa.
Cambiar la atención a los delincuentes detrás de estos delitos puede generar más denuncias ante las autoridades y más víctimas que busquen el apoyo que necesitan, concluye AARP. La asociación sin fines de lucro lidera un esfuerzo para cambiar la narrativa sobre las víctimas de fraude.
En este propósito, Fraud Watch Network ofrece conocimientos actualizados para detectar y evitar estafas, conecta a las víctimas con especialistas, a fin de recibir orientación sobre qué hacer a continuación, y brinda apoyo emocional a quienes sufren fraude.