Justo en el apogeo de una nueva era en las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, los propietarios de 90 Miles Cuban Café abren su restaurante más grande en el complejo de tiendas Lincolnwood Town Center.
Se trata del tercero en seis años con un espacio de 7100 pies cuadrados para alojar hasta 300 comensales y una clientela potencial de seis millones de consumidores al año.
Alberto González, fundador de la compañía junto a su esposa Christina, asegura que la esperada apertura fue celebrada a un lleno completo.
A diferencia de los otros dos restaurantes, en la avenida Clyborn y en Armitage, el establecimiento de Lincolnwood cuenta con bar, una amplia cocina que permite realizar entrega a domicilio y un espacio para fiestas.
En entrevista con Negocios Now, Christina admitió que se trata de un desafío colosal, pero dijo sentirse confiada por el futuro de la nueva criatura.
“Cuando vi por vez primera todo esto (dijo en referencia al espacio del lugar), me asusté un poco. Pero una vez que estás aquí, sentimos confianza y mucho optimismo de que será otro éxito”, aseguró.
Oriunda de Chicago, Christina ha sido una pieza clave en el éxito empresarial de “90 Miles Cuban Café” desde que la pareja lanzó el primer restaurante en el 3101 N. Clyborn Ave en el 2008 y, un año después, otro al oeste de la Armitage Ave.
Hija de padre cubano y madre mexicana, Christina asumió el papel de Directora Ejecutiva de Finanzas (CFO, por sus siglas en inglés). Ella maneja la nómina, contrata al personal, atiende a 60 empleados, las ventas y lidia con los proveedores de productos.
La empresaria ha sido clave en el éxito de la empresa
“Mi esposo y yo somos buenos socios en el negocio. Juntos hemos criado dos hijos y juntos hemos llevado 90 Miles a lo que es hoy, un restaurante conocido no solo en Chicago, sino en el país, gracias a la difusión del negocio en medios nacionales, como la CNN”.
Pero este nuevo restaurante augura ser un parteaguas en la compañía, por su posición estratégica, por contar con un amplio espacio para organizar fiestas y otro para colocar mesas y sillas en las afueras.
“El local tiene acceso independiente, así que cuando todo el Mall cierra, 90 Miles seguirá operando”, asegura Christina.
Los González parecen particularmente emocionados de disponer de una amplia cocina y un bar dentro del restaurante para el expendio de bebidas alcohólicas.
“Es muy importante contar con una licencia para la venta de alcohol, como ya tenemos, si quieres ser un verdadero jugador en la industria de servicios”, enfatizó Alberto, quien en 1980 emigró con su padre de Cuba.
La pareja se conoció en uno de los viajes de Christina a Miami, está pensando como jugadores de Grandes Ligas.
“Mi visión es convertir a “90 Miles Cuban Café en una cadena de servicio rápido y un producto de calidad, como Chipotle o Starbucks, apuntó Alberto.