La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) y la Agencia Espacial Europea están solicitando 24 voluntarios que puedan permanecer acostados en una cama por dos meses consecutivos, entre septiembre a diciembre de 2019, por lo que ofrecen una paga de 19,000 dólares.
El experimento se llevará a cabo en el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) en Colonia, Alemania, y tiene como objetivo comprender cómo afectan los viajes espaciales al cuerpo humano, analizando los potenciales beneficios de la gravedad artificial en misiones espaciales de larga duración, para contrarrestar la atrofia ósea y muscular.
“Estamos interesados en estudiar cómo mantener la salud y el desempeño de una persona en el espacio y en la Tierra”, dice el sitio Web de DLR. La investigación está enfocada a analizar el cambio de un cuerpo en la ingravidez, debido a que el reposo en cama simula esta condición.
Para la próxima fase del estudio que realizan la Nasa y la ESA, conocido como Agbresa, DLR busca 12 hombres y 12 mujeres que pasen sus días y noches en camas que tienen una inclinación en un ángulo de 6 grados, con los pies alzados en un ángulo por encima de sus cabezas, y con un hombro tocando el colchón en todo momento.
Esta posición reduce el flujo de sangre a las extremidades, como lo que experimentan los astronautas en el espacio. Aunque los astronautas actualmente están sujetos a un intenso régimen de ejercicios para mantener su fortaleza, este estudio es el primero en investigar el uso de un centrifugador humano para generar gravedad artificial que ayude a que la sangre vuelva a fluir en las extremidades.
La investigación incluye someter a un grupo de participantes a giros mediante un centrifugador, y estudiar en los laboratorios los efectos de la reducción de oxígeno y disminución de la presión, así como simulaciones en las habitaciones de estrés sicológico, entre otros. Pero también contarán con mucho tiempo para relajarse, leer y ver televisión.
No todo mundo puede calificar para participar en el estudio. A los participantes se les requiere que hablen alemán, tengan entre 24 y 55 años, y que estén saludables. Además de los 60 días requeridos para estar en cama, los participantes tendrán que quedarse 29 días adicionales para la aclimatación y un período de recuperación supervisada que involucra estiramiento, masaje y fisioterapia.
