La Oficina del Censo de Estados Unidos registró en 2017 casi un millón de hogares de parejas del mismo sexo, de los cuales un poco más de la mitad (51.7%) eran de mujeres.
Los hogares del mismo sexo representan el 0.8% del total en el país, pero algunas ciudades, como San Francisco, tienen un mayor porcentaje (3.0%) que la tasa nacional, según la Encuesta de la Comunidad Estadounidense, de la oficina censal.
Si bien existen más hogares de parejas del mismo sexo femenino en los Estados Unidos, pares masculinas son más comunes en las grandes ciudades. Sin embargo, las distribuciones varían, por ejemplo, en Washington, D.C. el 77.4% de estos hogares son de hombres, pero en Phoenix, Arizona, solo el 56.4%.
En comparación con las parejas del sexo opuesto, las parejas del mismo sexo tienen más probabilidades de tener mejores ingresos, mayor educación y ambas personas estar empleadas. También es más probable que sean interraciales, pero es menos probable que tengan hijos viviendo con ellos.
En los casos de matrimonio tienden a ser más jóvenes que las parejas casadas del sexo opuesto y con menos probabilidades de ser dueños de su hogar. En cuanto a las parejas no casadas del mismo sexo son mayores que sus contrapartes del sexo opuesto, y es más probable que sean dueños de su hogar.
Hasta el 2017, las parejas casadas del mismo sexo representaban aproximadamente el 59.4% de todos los hogares del mismo sexo, una tasa que se duplicó en los últimos 10 años. En 2008, el 26.6% de todos los hogares del mismo sexo eran parejas casadas.
