A National Award-Winning Publication

Search
Close this search box.

¿A dónde va el dinero del empresario latino?

Facebook
Twitter
LinkedIn

  Se habla mucho de la fuerza latina. Sobran las razones. Tiene un poder de compra de más de mil millones de dólares anuales, y los 4.1 millones de negocios de esta comunidad en Estados Unidos generan en su conjunto 661 mil millones en ventas, una suma por la cual saltarían de felicidad muchos países de este mundo. Pero a pesar de este músculo económico, aún persisten de cómo los latinos manejan las riquezas obtenidas con su sudor. ¿Invierten adecuadamente su dinero pensando en el futuro propio y de su familia?

Negocios Now les trae el punto de vista de empresarios y expertos en el manejo de patrimonio (Wealth Management), quienes ofrecen luz sobre un tema amplio y complejo que, en esta ocasión, busca crear conciencia entre nuestros lectores desde el título que encabeza este Reportaje Especial.

Por Esteban Montero
Son incontables los empresarios que sonríen con una mezcla de ironía y sarcasmo cuando le hablas de “ahorro” para el futuro. Viven “ahogados” en deudas, ‘amolados’ por los impuestos o “no tienen tiempo” para hablar ahora del tema. ‘Primero hay que sobrevivir”, fueron algunas de las opiniones que recogió Negocios Now para esta edición.
Existen aquellos que sí logran salir adelante, consolidándose en el mercado con suficiente recursos para invertir, pero que no piensan, por el momento, en “ahorrar para el futuro”, apostando a que su empresa va a crecer a un punto en que tal dilema no sería una preocupación.
No faltan quienes sí guardan para el mañana, colocando su dinero en una inversión que supuestamente le ayudaría a hacerlo crecer, o en un plan de retiro, aunque en algunos casos carecen de una asesoría profesional que los ayude a navegar en la encrucijada inversionista.
Y por supuesto, están aquellos emprendedores que hacen crecer el fruto de su trabajo, bien asesorados por especialistas, e invierten sus ganancias en una forma que garantiza la vida futura de ellos y su familia.
Estos últimos, probablemente, son los menos, a juzgar por expertos y estudiosos del tema. En cualquier caso, ya sean ganancias raquíticas o millonarias, los latinos deben pensar en ahorrar hoy para el futuro, tanto personal como familiar, pues por eso decidieron abrir un negocio.

“Lo más importante es la disciplina”

Para Alejandra Garza, una persona que ha invertido su patrimonio por 25 años, mucho antes de convertirse en una empresaria de consultoría, lo más importante es crear una disciplina de ahorro e inversión.
“Tener dinero ahorrado o invertido es sinónimo de tranquilidad, afirma la dueña de AGG Consulting, Inc. Y pone dos simples razones: tener los fondos para protegerse como individuo, y tener los fondos para proteger el negocio, por si algún día algo no funciona en su empresa o tiene que enfrentar cualquier emergencia personal o familiar”.
Por su propia experiencia, Garza recomienda invertir parte de las ganancias en “una combinación” de áreas para disminuir los riesgos. Uno de ellos, dijo, es el mercado de valores, como, por ejemplo, empresas de tecnología o compañías que producen mercancía de uso cotidiano.
“Si (los empresarios) no invierten están perdiendo dinero, dijo la empresaria. Eso sí, hay que tener paciencia y buscarse un profesional que los guíe en este proceso”.
Una de las recomendaciones de Garza a pequeños empresarios, es invertir en el programa de pensión para empleados o SEP (Simplified Employee Pension), que permite a los empleados y al propio dueño de la compañía colocar dinero en una cuenta de retiro.
Como el 401k, establecido para trabajadores en corporativos y estatales, el dinero que va SEP es deducible de los impuestos, y las empresas tampoco pagan impuestos de las ganancias provenientes de ese fondo de retiro.
Los negocios que pueden establecer un SEP podrían ser de empresarios individuales, en sociedad o corporaciones, incluida la más común, la tipo S. Otras de las ventajas es que los costos de administración son bajos.

Nunca se sabe cuándo la desgracia llega

Roberto Montano, un consejero financiero en Waddell & Reed, ilustra con la experiencia de uno de sus clientes por qué los empresarios tienen que pensar más allá de la “caja contadora”.

“Era un empresario a punto de abrir un restaurante en el que depositaba toda su esperanza para el futuro de su familia. (Estaba) feliz con su mujer y sus dos hijas a punto de ir a la universidad. Entonces llegó lo inesperado. El hombre muere repentinamente”, recuerda.

Fue un tremendo golpe emocional, pero no tanto en las finanzas gracias a un plan de ahorro e inversiones que Montano había trabajado con su cliente.

“La mujer pudo abrir el restaurante que hoy es el sustento de la familia, y las hijas pudieron avanzar a la universidad”, afirmó el consejero.
Montano es de quienes piensan que la comunidad hispana en general necesita más cultura en relación con este tema vital para su crecimiento y fortaleza.

“Uno de los problemas más comunes en el que incurren los hispanos, es que no diversifican las inversiones que hacen como resultado de sus ingresos en los negocios.

Un estudio de Pew Research Center, después de la debacle hipotecaria del 2008, así lo corrobora.

Según la investigación, en 2005 el ingreso medio neto anual de una familia de raza blanca en Estados Unidos era de $134,992, mientras que el de los hispanos era de $18,359. En 2009, tras la recesión del año precedente, el ingreso en casa de familias blancas cayó a $113,149, mientras que el de hispanos se desplomó a $6,325.

Entre las variables del estudio para evaluar la riqueza o patrimonio familiar figuraban la vivienda, carros, cuentas de ahorro o de chequera, acciones, fondos mutuos, préstamos y deudas de tarjetas de crédito, entre otras.
“Lo que pasó aquí fue que las familias de raza blanca tenían mejor invertido su dinero, de una manera más diversificada. Si solo inviertes en bienes y raíces, y hay de pronto una crisis hipotecaria como la ocurrida en el 2008, terminar perdiéndolo todo”, acotó el experto.

Para Montano, cualquier negocio pequeño debe tener un plan de retiro. Podrá ser un sacrificio para muchos empresarios hoy, pero es algo de lo que ni él ni su familia se arrepentirán mañana”, indicó.

Dado el poder de compra de la comunidad latina, como se sabe la de más rápido crecimiento en el país, el asesor reclama la existencia de una entidad financiera que guíe a la comunidad a puerto seguro en materia de inversiones.
“La comunidad latina está fundada en la familia, y tenemos que hablar –y actuar en consecuencia- en cómo va a impactar el futuro de la familia”, afirmó.
Y concluyó con esta pregunta: “¿Te imaginas cuán fuertes seríamos si contáramos con una institución financiera que oriente a nuestra comunidad?”