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Votan en Puerto Rico a favor de anexión a Estados Unidos

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En manos del Congreso de Estados Unidos está el destino de Puerto Rico, luego del resultado de las elecciones del domingo favorable a la anexión.

Con la participación de solo el 23 por ciento del electorado, Puerto Rico votó este domingo a favor de convertirse en el estado 51 de Estados Unidos.

La Comisión Estatal de Elecciones de la isla dijo que el 97,18% de los votantes, poco más de medio millón de puertorriqueños, eligió la opción antes mencionada.

Según reporta el diario El Nuevo Día en su página web, se registraron más visitantes a las playas que a las urnas adonde acudieron 518 mil ciudadanos, de más de dos millones 260 mil registrados para votar.

Los votantes se enfrentaron a tres opciones: la independencia de la Isla, ser un territorio autónomo o convertirse en el estado 51 de la unión.  Esta última fue la opción escogida por la inmensa mayoría de los participantes en la consulta.

Sin embargo, la decisión final no está en manos de los puertorriqueños, sino en el Congreso de Estados Unidos.

Puerto Rico puede conseguir una mejor oferta del Congreso después del 1 de julio o el próximo año, según el sitio de la Casa Blanca,

“A Puerto Rico se le ha acabado el tiempo y el efectivo. Ya ha comenzado una situación de impagos de la deuda, de forzar su suerte con los proveedores y de recorte en los servicios esenciales”, asegura.

El 1 de julio, Puerto Rico se enfrentará a casi $2 mil millones de dólares en pagos para los que no tiene el dinero para pagar. Los acreedores pueden presentar demandas para obligar a Puerto Rico a pagar sus deudas en lugar de proporcionar los servicios esenciales.

Lo único cierto es que sin una acción por parte del Congreso, la crisis va a empeorar mucho más.

Según Washington, quienes luchan por los 3.5 millones de estadounidenses en Puerto Rico, sería irresponsable permitir que la situación empeorará cuando no existe una verdadera alternativa al proyecto de ley actual.

La realidad es que la legislación de Puerto Rico requiere un compromiso bipartidista. Y al igual que con cualquier compromiso, hay partes de esta legislación que no apoyamos, que nos gustaría fueran mejores.